Pósteres de los filmes "Baraguá" y "Che, el Argentino" |
Por Eduardo
Soy un cinéfilo desde que siendo un niño me quedaba despierto hasta altas
horas de la noche, esperando con entusiasmo las muestras de la cinematografía
mundial que pasaban por nuestra televisión. Por aquellos años, que ahora
recuerdo con nostalgia, además de los ahora motivo de culto, “muñequitos rusos”,
me deleitaba con viejas películas norteamericanas de todo tipo, interpretadas
por estrellas de los años 30 a
los 50, que no tenían, como ahora, la necesidad imperiosa de ser bellas, o
bellos, para triunfar en Hollywood. Mis favoritos eran Bette Davis, Joan
Crawford, Humphrey Bogart, Edward G. Robinson, James Cagney, y sobre todo Errol
Flynt.
A las 6. 00 PM, tocaba su turno a un espacio de cine mexicano o argentino,
con películas rancheras o de las estrellas del tango. Soy un afortunado que a
los 9 años conocía, por haber visto todas las películas que filmó en vida el
gran Carlos Gardel, las letras de todos sus tangos más famosos. Ah, y sin
vergüenza digo que extraño enormemente las películas soviéticas, sobre todo
aquellas relacionadas con la historia de sus luchas en defensa de la Patria y su Revolución.