viernes, 8 de noviembre de 2013

Pocos cubanos somos campesinos.



Central Delicias propiedad de la Cuban American Sugar Company

 Por Eduardo

Anónimo:
En ningún país del mundo las comodidades del campo sobrepasan a las de las capitales. Sobre todo cuando el país tiene un desenvolvimiento económico normal, no como en Cuba, país pequeño y que nunca en sus historia pudo entrar dentro del Primer Mundo, porque fue más de 400 años colonia de un país que la expolió sin compasión, y semicolonia de otro imperio, que aun después de haber pasado más de 50 años, no se adapta al hecho de que la “Fruta Madura” se le escapó de las manos.
Una pequeña isla, cuya posición digna, es decir la del pueblo que la habita, le ha traído la funesta consecuencia de que el país más poderoso de la tierra está empeñado en joderle la existencia a todos los que vivimos en este archipiélago. Cuba tiene una tendencia migratoria del campo a la ciudad similar a la del resto de América Latina. Actualmente el 80% de los 11 millones de habitantes viven en pueblos y ciudades.
Esa situación es más complicada por el hecho de que las personas han elevado mucho su nivel educacional. Mis alumnos de Bermeja, Carlos Rojas o Martí, después de graduarse de ingenieros, quieren irse a trabajar a Varadero, o al Petróleo, o a las Empresas Eléctricas, que ofrecen buenos salarios y estimulación en divisas, antes que regresar a la tierra. Con el cambio climático, trabajar la agricultura en Cuba no es cosa de juego. Sin embargo poco a poco se van incrementando las producciones agrícolas, aunque pudiésemos producir más.