viernes, 7 de octubre de 2011

Terrorismo de Estado contra Cuba. Barbarie contra Humanidad.


Giustino De Celmo reclama justicia para su hijo Fabio
 Por Eduardo

Mi generación, la de los nacidos en Cuba durante la década de los años 60 del siglo XX, fue marcada por el terrorismo de estado en contra de mi Patria. Recuerdo que siendo un niño, casi todos los días, el noticiero o la prensa escrita dedicaban algún espacio a reflejar un sabotaje, o el incendio de un cañaveral, o la detención de un grupo de terroristas pillados in fraganti; cuando escudándose en la oscuridad de la noche trataban de desembarcar en costas cubanas para realizar sus vandálicas acciones. El entierro de Bienvenido Mauriz Díaz, humilde pescador de la Base Pesquera de mi ciudad, mientras pescaba en las aguas del norte de nuestra plataforma costera, lo recuerdo con total nitidez. El incendio que destruyó el conjunto de edificaciones que existían en el sitio donde hoy radica la Delegación Territorial de ETECSA, frente a la Catedral de Matanzas, fue obra de la contrarrevolución financiada desde los Estados Unidos de Norteamérica.
El día que la organización terrorista Alpha 66 ametralló desde una lancha rápida estacionada en el mar, el Hotel Sol Palmeras de Varadero, yo había estado en esa instalación turística unas escasas dos horas antes. Acompañaba a una Brigada de Solidaridad con Cuba, que llegada desde la lejana Suecia, visitaba nuestra Universidad, a la par que realizaban trabajos relacionados con el mantenimiento constructivo de la misma. Cualquiera de aquellas nobles muchachas, y aquellos gentiles muchachos, pudo haber caído bajo el impacto de las balas criminales.