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Sala de navegación de ETECSA en el Centro de Negocios de Miramar (Foto de Cubasí) |
Por Eduardo
Alexander:
Le expondré algunos datos relacionados con Cuba y
la Internet. En el año 2011 Cuba, un país con más de once millones de
habitantes, que apenas tenía autorizados, vía satélite, para Internet 65 Mbps
de ancho de banda para la salida y 124 Mbps para la entrada. La gran paradoja
de lo anterior es que un solo usuario corporativo o incluso particular, en
Europa, Asia o Estados Unidos, tenía en ese entonces una velocidad de conexión
a la red de redes mayor que la que tenía Cuba. Esta «autorización» para
conectarse a Internet la dio, como si fuera una dádiva, el gobierno
norteamericano en 1996, y no por buena voluntad, sino para explotar la Web como
una vía más para promover la subversión interna, el terrorismo y las presiones
contra la Revolución (Carril II de la Ley Torricelli). La solicitud de Cuba se
había presentado hacía tres años.
Cada vez que Cuba intenta añadir un nuevo canal a
Internet, la contraparte estadounidense debe obtener la licencia apropiada del
Departamento del Tesoro de Estados Unidos. De modo similar, si una compañía
norteamericana quiere abrirle un nuevo canal a Cuba o decide aumentar la
velocidad de la conexión, igualmente debe expedirse una licencia.