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Imagen tomada del sitio de la Televisión Cubana. |
Por Eduardo
Por primera vez en sus 23 años, mi hijo y yo no celebramos juntos el Día de los Padres. La razón de este alejamiento físico, que no de amor, se debe a que mi muchacho se encuentra en un centro de aislamiento después de cumplir su segunda misión como voluntario en la zona roja del hospital de casos positivos de COVID – 19 instalado en la Universidad de Matanzas. No obstante, gracias a las actuales tecnologías en el campo de las comunicaciones no hemos dejado de estar en contacto ni un solo día, a pesar de que son ya casi tres semanas que partió para participar en esa tarea de choque de los jóvenes cubanos de su generación.
A pesar de todo he disfrutado este día que para mi corazón
de cubano ha sido sumamente emocionante y glorioso. Al conectar el televisor a
primera hora pude disfrutar del enorme hito científico que constituye el hecho
de que uno de nuestros cinco candidatos vacunales, en este caso Soberana 02,
pasadas las pruebas de efectividad para el ensayo realizado después de la
aplicación de las dos primeras dosis, o como dicen nuestros científicos en el
esquema de dos dosis, alcanzó un 62% de efectividad. Con este resultado supera
los requisitos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para que un
candidato vacunal contra la COVID-19 se convierta en vacuna, que es del 50 por
ciento. Es decir que ya podemos afirmar que los cubanos tenemos nuestra propia
vacuna contra la COVID – 19.