La Central Termoeléctrica Antonio Guiteras, orgullo de mi ciudad.

Nuestra Central Termoeléctrica Antonio Guiteras

 Por Eduardo

El bloqueo es un acto de genocidio, definido así por la ONU, además de un acto de guerra que ha costado al pueblo cubano, según cifras conservadoras más de 975 mil millones de dólares. Para una población de once millones de habitantes es una cifra de dinero enorme.

Cinco minutos de bloqueo equivalen a los materiales necesarios para construir una vivienda de dos habitaciones. Doce horas de bloqueo significan a toda la insulina anual para los alrededor de 64 mil pacientes diabéticos del país. Tres días de bloqueo le cuesta al país el dinero necesario para garantizar los lápices, libretas y demás materiales docentes para todo un curso escolar.

Más del 70 por ciento de la población cubana hemos nacido bajo los efectos del bloqueo. Sin embargo continuamos luchando para construir el país que consagramos en la visión de nación por la cual votaron más del 80% de la población en el referendo para aprobar la nueva Constitución de la República. Este año nuestra economía va creciendo un 2,5% de su producto interno bruto, por encima del 1,5% previsto al cierre del 2018. Una actividad tan importante como la construcción de viviendas crece alrededor del 9%.

Nuestras nacionalizaciones fueron legítimas.

 Por Eduardo

Anónimo:

El proceso de nacionalización de las riquezas y los recursos naturales de la Nación, llevado a cabo por el Gobierno Revolucionario en nombre del pueblo cubano, fue realizado conforme a la Constitución, las leyes vigentes y el Derecho Internacional, sin discriminaciones, con propósito de beneficio público; disponiéndose las compensaciones adecuadas, las que fueron acordadas mediante negociación bilateral con todos los gobiernos involucrados.

La Carta de Derechos y Deberes Económicos de los Estados, aprobada por la Asamblea General de la ONU en 1974, dispone que “todo Estado tiene derecho a nacionalizar, expropiar o transferir la propiedad de bienes extranjeros, en cuyo caso, el Estado que adopte esas medidas deberá pagar una compensación apropiada, teniendo en cuenta sus leyes y reglamentos aplicables y todas las circunstancias que el Estado considere pertinente. En cualquier caso en que la competencia sea motivo de controversia, esta será resuelta conforme a la ley nacional del Estado que nacionaliza”.

Revolución somos todos.

Blau Marina Varadero resort, hotel construido por
la Revolución en la lista negra de EE.UU.

 Por Eduardo

Anónimo:

El 16 de junio de 2017 Donald Trump hizo pública la política de su gobierno hacia Cuba, mediante la cual se revertirían los avances alcanzados en las relaciones bilaterales a partir del restablecimiento de las relaciones diplomáticas el 17 de diciembre de 2014 y del inicio del proceso hacia la “normalización”. Ordenó el recrudecimiento del bloqueo a partir de lo establecido en la ley Helms-Burton de 1996, a la vez que los EE.UU. se opondrán a cualquier iniciativa internacional que condene esa política.

En tal sentido, el departamento del tesoro creó una espuria lista de entidades cubanas, con las cuales quedan prohibidas las transacciones financieras directas de entidades y ciudadanos estadounidenses, y a las que se aplicará una política de denegación de licencias de exportación de reexportación de bienes y servicios de EE.UU. La lista se revisará y actualizará periódicamente.

En el Día de la independencia Venezolana.

 Por Eduardo

Anónimo:

La implantación formal del bloqueo comenzó el 3 de febrero de 1962, cuando el presidente John F. Kennedy  firmó la Orden Ejecutiva Presidencial 3447. Esa toma de decisión la ejecutó el entonces emperador de Yumilandia basándose en la Ley de Comercio con el Enemigo de 1917. Esta es una Ley federal de los Estados Unidos cuyo objetivo es el comercio con países hostiles a los Estados Unidos. La ley otorga al Presidente el poder de supervisar o restringir cualquier comercio entre los Estados Unidos y sus enemigos en tiempos de guerra.

Si usted es una persona inteligente apreciará que no fue el gobierno cubano quien declaró “enemigo” al gobierno norteamericano, sino que los yanquis en su prepotencia e impotencia, por no poder meter en cintura a los díscolos vecinos que a solo 90 millas habían declarado su intención de construir el socialismo, quienes decidieron que Cuba era un país “enemigo” de los Estados Unidos.