viernes, 18 de diciembre de 2015

Sobre los holandeses y otros conquistadores.

 Por Eduardo

Hace unos días un amigo me hizo llegar un discurso que un diputado holandés pronunciara en el Congreso de los Estados Unidos en relación con una supuesta islamización de Europa. Reproduzco en este post, lo que le escribí entonces como respuesta a su misiva.

Amigo Braga:
Creo que el informe, aunque xenófobo, tiene un sustento real. Ahora bien, el Islam no es un todo homogéneo, como tampoco lo es el cristianismo. Hay, chiitas, sunitas, drusos y muchas sectas más. Hay países, como Siria, Libia y anteriormente Irak, donde las mujeres se vestían normalmente a la moda occidental. Los países con tendencia chiita como Irán, que son en realidad persas de origen ario, no árabes, tienden a ser más conservadores que los sunitas, hasta que la aparición del Estado Islámico, que es de orientación suní, contradijo la regla.
La emigración hacia Europa es un efecto de la explotación que los países del viejo continente ejercieron sobre los países del Tercer Mundo.
Los holandeses, o propiamente dicho los habitantes del Reino de los Países Bajos, dentro del cual Holanda es simplemente una provincia, fueron los creadores de la famosa Liga Hanseática, la cual a través de sus bancos se les sacó hasta el último quilo a la dinastía alemana - española de los Austria, los que como Carlos III y Felipe II eran a la vez Reyes de España y Emperadores del Sacro Imperio Románico Germánico. Llegaron a ser tan poderosos, que el Rey de Holanda Guillermo de Orange, por el cual el naranja es su color nacional, a pesar de tener una bandera blanca, roja y azul, pudo armar una flota enorme e invadir la Gran Bretaña, destronando a Jacobo II, y convirtiéndose en Guillermo III de Inglaterra.