Por Eduardo
Hace unos días un amigo me hizo llegar un
discurso que un diputado holandés pronunciara en el Congreso de los Estados
Unidos en relación con una supuesta islamización de Europa. Reproduzco en este
post, lo que le escribí entonces como respuesta a su misiva.
Amigo Braga:
Creo que el informe, aunque xenófobo, tiene
un sustento real. Ahora bien, el Islam no es un todo homogéneo, como tampoco lo
es el cristianismo. Hay, chiitas, sunitas, drusos y muchas sectas más. Hay
países, como Siria, Libia y anteriormente Irak, donde las mujeres se vestían
normalmente a la moda occidental. Los países con tendencia chiita como Irán,
que son en realidad persas de origen ario, no árabes, tienden a ser más
conservadores que los sunitas, hasta que la aparición del Estado Islámico, que
es de orientación suní, contradijo la regla.
La emigración hacia Europa es un efecto de la
explotación que los países del viejo continente ejercieron sobre los países del
Tercer Mundo.
Los holandeses, o propiamente dicho los
habitantes del Reino de los Países Bajos, dentro del cual Holanda es
simplemente una provincia, fueron los creadores de la famosa Liga Hanseática,
la cual a través de sus bancos se les sacó hasta el último quilo a la dinastía
alemana - española de los Austria, los que como Carlos III y Felipe II eran a la
vez Reyes de España y Emperadores del Sacro Imperio Románico Germánico.
Llegaron a ser tan poderosos, que el Rey de Holanda Guillermo de Orange, por el
cual el naranja es su color nacional, a pesar de tener una bandera blanca, roja
y azul, pudo armar una flota enorme e invadir la Gran Bretaña, destronando a
Jacobo II, y convirtiéndose en Guillermo III de Inglaterra.