![]() |
Gabrielle Giffords, después del atentado |
Por Eduardo
Este artículo fue escrito a principios de este año. La muerte de Facundo Cabral me ha motivado a ponerlo de nuevo, a la disposición de los seguidores del Blog de Edu. Aunque ha pasado algún tiempo, pienso que las ideas que expuse en aquel entonces, a la luz de los acontecimientos actuales, las continuaré defendiendo ahora con su reproducción, con la misma fuerza y pasión de entonces.
Aunque me he perjurado cumplimentar tareas que para mí son ineludibles, y a las cuales, de hecho, he dedicado casi todo mi tiempo de estos días, hoy decidí hacer un alto en el camino, y escribir algunas líneas para expresar algunas inquietudes. Trataré además de hacerlo lo más brevemente posible, condición que no siempre logro cumplimentar, debido a mi costumbre de escribir tal y como hablo cotidianamente, lo cual mis íntimos saben que no es poco.
Leyendo hace unos días un foro de debate en la BBC, sobre la tragedia en Arizona, me sorprende apreciar, que un sinnúmero de participantes expresaban esta idea, la cual resumo en mi redacción, pero que en esencia expresa literalmente lo que transcribo:
“Aunque es una tragedia sin límites la muerte de esas personas, entre ellas una niña de nueve años, y que la congresista Gabrielle Giffords se debata entre la vida y la muerte, con un balazo de una Glock de 9 mm en su encéfalo, este suceso es una muestra más de la libertad que existe en los Estados Unidos de Norteamérica. Esto contrasta con la actitud de los gobiernos “tiránicos” de Cuba y Venezuela, que no permiten que los ciudadanos ejerzan el sacrosanto derecho de portal armas y matar a sus semejantes democráticamente”.