Por Eduardo
Ayer fue un día de esos que hacen
olvidar a uno, los montones de dificultades que conllevan vivir en una pequeña
isla, bloqueada y agredida desde hace más de cincuenta años por el mayor
imperio de la historia. Ayer fue el Día de los Padres. Cuando era pequeño, este
importante hito del calendario, pasaba casi inadvertido. Sin embargo, hace
algunos años, digamos unos 15, en que la sociedad en pleno, ha magnificado la
fecha colocándole a la par del Día de las Madres. La famosa frase del tiempo de
mis abuelos, de que “Padre es cualquiera”, ha dado paso a la generalizada
compresión de la importancia del papel que la figura paterna reviste para la
crianza de los hijos. Yo llegué a la paternidad hace trece años, y aunque mi
hijo crece día a día ante mis ojos, mi amor hacia él es de las cosas a las que
no puedo renunciar mientras respire.
Cuando mi esposa parió, casi no
podía caminar, así que lo tuve que atender noche tras noche, mientras ella se
reponía. Eso implicaba el cambio de pañales, que en el año 1998, todavía
generalmente eran de telas antisépticas. El pañal desechable, no había hecho su
aparición en la red de comercio minorista en la isla.
A los 8 días de nacido, tuve que
viajar solo hacia Santa Clara, para discutir mi tesis de Maestría. Creo, que de
todos los ejercicios académicos que he realizado en mi vida, ese ha sido el más
tenso, porque entre la espera por su nacimiento, y los primeros días de mi
paternidad, casi no tuve tiempo de prepararme con todos los detalles. Fui, como
decimos los cubanos, con el casco y la mala idea. Pero afortunadamente todo
salió bien, y pude regresar con mi grado de Máster, y retomar mi tarea en el
lavado diario de pañales. Aclaro que en esos días en que me trasladé hacia
Santa Clara, mi madre se mudó a mi vivienda para atender a mi esposa, debido a
que a mi suegra, aquejada de Alzaheimer no podía ayudar a mi esposa, ya que
perdidas todas sus facultades mentales, sobreviviría a su nieto solo unos
escasos cinco meses de vida.
Creo que solo me he separado de
mi hijo, en las ocasiones en que he salido del país por cuestiones de trabajo.
Aún así, siempre mantengo con él una correspondencia que a veces llega a ser de
varios emails en el día.
Pues mi Día de los Padres comenzó
con el consabido regalo, por parte de mi esposa e hijo. El niño me regaló un
pomo de perfume y mi esposa una cafetera nueva, pero de solo dos tazas, que
contribuirá a la política de ahorro doméstico. De este último regalo se
desprende que hacer el café es una de mis tareas hogareñas, en la distribución
que hace 23 años hice con mi compañera al firmar el acta matrimonial. De
inmediato la estrené, porque recién había comprado el café de la cuota.
También recibí regalos de mis
sobrinos, que también son mis hijos del alma, y dediqué un tiempo a felicitar a
los amigos de la cuadra. Ya a esa hora, a las 8.30 am, la manzana estaba
completa en función de la celebración. Varios vecinos habían sacado sus equipos
de audio para los portales, y cado uno ponía la música de su agrado a todo volumen.
Era para volverse locos, pero que se le va a hacer, así somos los cubanos.
A eso de las 9 de la mañana me
bañé, me vestí y arranqué para casa de mis padres. Como siempre, mi hijo y yo
hicimos el trayecto de 45 minutos de caminata, hasta mi antiguo barrio de
Pueblo Nuevo. Al llegar, me encontré conque el viejo había ido hasta casa de mi
tío, el más chico, así que tuve que esperar una media hora de retomar con mi
madre, las últimas novedades familiares para poder darle un beso a mi papá. Al
poco rato, llegó mi hermano, que también vive en mi barrio en su auto. Con él
regresé a mi casa a eso de las doce del día. Ya en la casa de mi cuñado, anexa
a mi vivienda, había empezado la cumbancha. Una botella de Havana Club, dos de
Ron Mulata, dos de Ron Legendario, tres botellas de vino tinto, y para picar
chicharrones, papitas fritas, chicharritas de plátano verde, etc.
Estuve en el fetecún hasta que a
eso de las tres, se oyó una voz que dijo, -Arriba, para la costa. Y eso, era
demasiada locura para mí. Nunca me emborracho, pero cuando tomo, aunque sean
dos líneas, nunca me voy a bañar en el mar. Además, desde chico, tengo un sexto
sentido que me avisa cuando se aproxima un aguacero, creo que con más precisión
que los partes meteorológicos del Dr. Rubiera en nuestra televisión, y no fui. Preferí
quedarme para ver la película de Arte 7. Mi predicción se cumplió y a mis familiares,
ya en la costa, los cogió un aguacero de esos que en nuestros campos llaman de
vigueta.
A la hora de la cena, mi esposa
me preparó, una de mis comidas favoritas; arroz imperial, con pollo, jamonada y
mayonesa, acompañado de ensalada mixta de habichuelas, papas, más pimientos y
cebollas fritos. Le quedó el arroz tan rico que mi hijo engulló literalmente
tres platos. Yo, a pesar de lo apetitoso del suculento banquete, preferí cenar
solo un plato, por aquello de que mi estómago de temba no se me asustase, pero
creo que fue suficiente.
Acabé la noche viendo el programa
“Pasaje a lo Desconocido” y otro caso del policíaco cubano “Tras la Huella”, dedicado esta vez
al caso real de un ciudadano ucraniano, asesinado por dos de sus compatriotas
en la isla.
En conclusiones que pasé un día
especial, con mis dos amores, mi hijo y mi esposa. Deseo al final del artículo,
aunque con un día de atraso, felicitar a todos los Padres que lean estas
líneas, y en particular, a todos los compatriotas que fuera de las fronteras de
la isla cumplen honrosas misiones al servicio de la humanidad. En particular a
mis compañeros de la
Universidad de Matanzas, que al encontrarse lejos de la Patria, no tuvieron la
oportunidad de celebrar este hermoso día con sus seres queridos. ¡Muchas
Felicidades!
El inagotable:
ResponderEliminarHola Edu.
Feliz dia de los padres. El mio fue inmejorable. Mis hijos me felicitaron. El menor, al llegar del trabajo volvio a abrazarme.
y me entrego sus regalitos. Apenas se gasto dos o tres dolares,!Esto esta en especial! ja , Ja. !Que mejor regalo puedo pedir que tener un hijo frugal.
Me habia invitado al cine, luego decidimos alqular una pelicula que me permite seleccionar.
Sobre la pelicula que me habia prometido, me pregunta ?A que hora la quieres ver?
?Quieres que encargue una Pizza?, me pregunta.
Rechace la idea, Ya la madre estaba cocinando.
El filme, La batalla por L A. Los Angeles,
tecnicamente, una maravillas. Los platillos voladores de los E T unicos, se ensamblaban y separaban en el espacio. Maravillosos efectos especiales.. pero, Ja Ja Ja encontre el argumento patriotero.
Hola Orlando:
ResponderEliminarCompadre, una de las cosas que extraño de nuestra generación es el placer de ir a las salas de cine. Sobre todo cuando uno tenía una noviecita, y quería en buen cubano, "apretar" un poquito. Recuerdo aquellas matinés en los dos cines de mi barrio, uno ahora convertido en almacén y el otro transformado en discoteca y ahora con no sé que uso social. Como las películas se proyectaban en cinemascope, las epopéyicas como Las Estrellas de Eger, o Los Dacios, o la búlgara Kan Asparuv, donde se empleaban miles de extras para reproducir los enfrentamientos entre las legiones bárbaras y los romanos o las guerras entre los balcánicos y los turcos, tenían un encanto tal, que pareciera que uno veía la historia misma ante sus ojos. Creo que ahora de nuevo con el cine en 3D, de nuevo está existiendo la posibilidad de que los cinéfilos inunden de nuevo las salas. Todavía esa tecnología no se encuentra en Cuba.
No he visto el filme que me mencionas, pero por tus comentarios imagino que debe ser al estilo de "The Independence Day". Yo le decía al niño hace unos días, viendo una película de Bollywood, que hasta tiene secuela, donde un extraterrestre va a parar a la India, - Mijo menos mal, porque creo que es la primera película que he visto en mi vida, donde los Alien no aterrizan en Yumilandia. Al fin un extraterrestre desembarca en el Tercer Mundo.
Saludos
El inagotable:
ResponderEliminarLa unica que he visto en 3D es Avatar. Muy buena pelicula. Y muy impresionante ver de pronto como los personajes del filme van entrando en la pantalla practicamente desde el pasillo de la sala.
Ves volar una mariposa encima de tu asiento.
El "malo" apunta hacia los espectadores y casi, casi te pone el cannon de su fusil de mirilla de laser en medio del pecho, Ja ja ja.
Pero, a la hora de la verdad, no compiten
en argumento, actuaciones, dialogos, atmosfera, con
los clasicos que hacen hostoria a los que ya nos hemos referido antes: Casablanca, Tener o No tener,el Halcon Maltes, los suspensos de Alfred Hickckocs, etc etc.etc
Avatar comienza en una reunion.
ResponderEliminarYo notaba algo raro, Hasta que riendome le digo a mi hijo: Observa que la gente entra a la asamblea saliendo de los pasillo de la sala de cine. Avatar la pasaron en la TV cubana, por supuesto que la tercera dimension solo se detecta en el cine usando espejuelos especiales.
La mariposa es enorme, bellisima, extraterreste y es una maravilla verla batir las alas al alcance aparentemente de tus manos.
..Pero al poco rato, uno se acostumbra al trucaje.