viernes, 15 de junio de 2018

Yo también quiero un vaso de leche.

Ejemplar de la raza Siboney de Cuba. Foto de Radio Rebelde
 Por Eduardo

Hay un tema recurrente en estos días, en que casi no he tenido tiempo de escribir algo para La Joven Cuba, el tema de la leche. Parafraseando a Marx, un fantasma recorre el mundo de La Joven Cuba, ese fantasma es un vaso de leche.
Es costumbre por parte de mis habituales contendientes, referirse a este servidor como un bolchevique furibundo, incapaz de hilvanar un pensamiento crítico hacia la realidad cubana, y nada más alejado de la verdad. Yo en lo personal soy muy crítico de algunas de nuestra debilidades. Lo que pasa es, como ya he dicho otras veces, que la única condición que puse al unirme al equipo de La Joven Cuba, es que nunca bajaría bandera de la Revolución Cubana.