viernes, 22 de abril de 2016

Las banderas no se entregan.

Hospitalito de la Universidad de Matanzas.
 Por Eduardo

Anónimo:
Tengo un amigo alemán, que nos ayudó mucho en la Universidad de Matanzas, en los tiempos difíciles del Período Especial. Gracias a él, hoy tenemos una red de fibra óptica que enlaza a todos los edificios del campus. También gracias a él, los compañeros del Partido Comunista Alemán nos donaron el equipamiento para construir un hospitalito de 16 camas con todos los requerimientos. El sillón de estomatología nos los donó su propia esposa que es estomatóloga. 
Ese compañero es un gran científico en el campo de la biomecánica, pero después de la reunificación alemana, tiene prohibido ocupar plaza en cualquier universidad de la República Federal ¿Por qué? Sencillo; porque fue Secretario del PSUA (Los Comunistas de la RDA), en la Universidad donde trabajaba. ¿Cree usted que miles de gusanos en Miami no le harían a este servidor lo mismo a pesar de mi currículo?