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Médicos cubanos tras su arribo a Brasil. |
Por Eduardo
Orlando:
La caridad es la forma que
tienen los ricos para limpiar sus conciencias, y consiste en dar algunas
migajas de lo que les sobra. Si creemos en lo que narra la película yanqui “Los
piratas de Silicon Valley”, Bill Gates no es otra cosa que lo que llamamos en
Cuba, el clásico “bicho” para los negocios. El MS DOS se lo compró por una
miseria a un programador borracho. Se puso a trabajar con Steve Jobs y Stephen
Wozniak en las primeras versiones del Sistema Operativo Apple, se lo robó (es
lo que cuenta la película y no he visto nada que lo desmienta, y ni me enterado
de una demanda de Gates a los productores del filme) y lo vendió como el
Windows 3.0 (eso lo recuerdo perfectamente porque recibimos algunas máquinas Apple
de donación y el sistema operativo era idéntico al Windows 3.1). En fin que de
angelito y buena gente no tiene un pelo.
A Bill Gates se le pudiera
endilgar el famoso dicho cubano de que “no hay nada mejor que tener una cara de
bobo, bien administrada”. El producto interno bruto de Cuba en el año 2009 fue
de 110 800 millones de dólares. La calderilla que guarda en sus “puerquitos” el
famoso multimillonario por la misérrima cantidad de 78 500 milloncitos de dólares, es solamente el 70% del producto
interno bruto de este país de 11 millones de habitantes por bloqueado que esté.
Casi nada. Lo bueno es que esos millones se los ha ganado “trabajando” y
“doblando duro el lomo”.