viernes, 15 de enero de 2016

A Cuba se le mira con microscopio.

Universidad de Matanzas Sede "Camilo Cienfuegos"
 Por Eduardo

Anónimo:
El haber conocido el capitalismo en diferentes variantes me confirmó que este mundo es injusto en virtud de la distribución desigual de la riqueza, y el egoísmo de los países antiguas metrópolis, que ahora se regodean en las riquezas que expoliaron a nuestros países. No es justo que en Alemania por ejemplo se incineren toneladas de alimentos cuando llega su fecha de vencimiento, o que los productores de leche viertan en un campo millones de litros de leche, mientras en Somalia, Etiopía y Sudán, millones de niños mueren de desnutrición.
No es justo que por si fuera poco el bloqueo, en virtud del cambio climático, este país haya recibido en solo 10 años, 18 huracanes Categoría 3 y 4, con el impacto económico que esto conlleva, y que su rico vecino, a pesar de haber perdido una ciudad entera por la misma causa, se niegue a firmar el protocolo de Kioto, a pesar de ser el emisor del 40% de todos los gases de invernadero a escala global.
No es posible que con el hambre que hay en el mundo, los Estados Unidos dediquen millones de toneladas de maíz y otros cereales a producir etanol, para llenar las panzas de sus hambrientos automóviles, o a crear mortíferas armas de destrucción masiva por parte del Complejo Militar Industrial yanqui (este año serán 97 000 000 000 de dólares), mientras existe miseria galopante en millones de hogares en el mundo.