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Universidad de Matanzas Sede "Camilo Cienfuegos" |
Por
Eduardo
Anónimo:
El
haber conocido el capitalismo en diferentes variantes me confirmó que este
mundo es injusto en virtud de la distribución desigual de la riqueza, y el
egoísmo de los países antiguas metrópolis, que ahora se regodean en las
riquezas que expoliaron a nuestros países. No es justo que en Alemania por
ejemplo se incineren toneladas de alimentos cuando llega su fecha de
vencimiento, o que los productores de leche viertan en un campo millones de
litros de leche, mientras en Somalia, Etiopía y Sudán, millones de niños mueren
de desnutrición.
No
es justo que por si fuera poco el bloqueo, en virtud del cambio climático, este
país haya recibido en solo 10 años, 18 huracanes Categoría 3 y 4, con el
impacto económico que esto conlleva, y que su rico vecino, a pesar de haber
perdido una ciudad entera por la misma causa, se niegue a firmar el protocolo
de Kioto, a pesar de ser el emisor del 40% de todos los gases de invernadero a
escala global.
No
es posible que con el hambre que hay en el mundo, los Estados Unidos dediquen
millones de toneladas de maíz y otros cereales a producir etanol, para llenar
las panzas de sus hambrientos automóviles, o a crear mortíferas armas de
destrucción masiva por parte del Complejo Militar Industrial yanqui (este año
serán 97 000 000 000 de dólares), mientras existe miseria galopante en millones
de hogares en el mundo.