![]() |
Estudiantes norteamericanos en el Estadio de béisbol de Artemisa. |
Por Eduardo
Cuba, desde que fue descubierta en
1492 hasta el triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959,
estuvo sometida al dominio de dos grandes potencias imperiales, España la colonizadora,
y los Estados Unidos de Norteamérica, el imperio más poderoso que haya existido
jamás en la historia; cuyo emperador puede desaparecer la humanidad entera con
solo ordenarlo, a través de un sistema de dominación que incluye, más de 3000
bases militares de todo tipo en todo el mundo (incluyendo esa afrenta a nuestra
dignidad nacional que constituye la Base de Guantánamo, devenida centro de
torturas y vejaciones de todo tipo), más de 8000 ojivas nucleares con
lanzaderas que alcanzan a todo el planeta, y un control de la mayoría de los
medios de comunicación, mediante los cuales crean matrices de opinión en las
cuales el fin de la historia, y el modelo de globalización neoliberal que
proclaman constituyen el eje central de sus política de dominación.
Al final de la Guerra del 95, el
Ejército Libertador tenía alrededor de 16000 efectivos, mientras que luchaban
contra los patriotas un total de casi 100000 voluntarios, bomberos y
guerrilleros nacidos en Cuba, sumados a más de 250000 soldados de línea que
España llegó a tener en la isla. Los revolucionarios cubanos siempre se han
enfrentado a fuerzas tan poderosas, que solo las enormes cualidades de
sacrificio y el patriotismo de nuestra gente han hecho trascender la justeza de
nuestra causa.