viernes, 8 de mayo de 2015

Antiimperialistas sí, antinorteamericanos no.

Estudiantes norteamericanos en el Estadio de béisbol de Artemisa.
 Por Eduardo

Cuba, desde que fue descubierta en 1492 hasta el triunfo de la Revolución Cubana el primero de enero de 1959, estuvo sometida al dominio de dos grandes potencias imperiales, España la colonizadora, y los Estados Unidos de Norteamérica, el imperio más poderoso que haya existido jamás en la historia; cuyo emperador puede desaparecer la humanidad entera con solo ordenarlo, a través de un sistema de dominación que incluye, más de 3000 bases militares de todo tipo en todo el mundo (incluyendo esa afrenta a nuestra dignidad nacional que constituye la Base de Guantánamo, devenida centro de torturas y vejaciones de todo tipo), más de 8000 ojivas nucleares con lanzaderas que alcanzan a todo el planeta, y un control de la mayoría de los medios de comunicación, mediante los cuales crean matrices de opinión en las cuales el fin de la historia, y el modelo de globalización neoliberal que proclaman constituyen el eje central de sus política de dominación.
Al final de la Guerra del 95, el Ejército Libertador tenía alrededor de 16000 efectivos, mientras que luchaban contra los patriotas un total de casi 100000 voluntarios, bomberos y guerrilleros nacidos en Cuba, sumados a más de 250000 soldados de línea que España llegó a tener en la isla. Los revolucionarios cubanos siempre se han enfrentado a fuerzas tan poderosas, que solo las enormes cualidades de sacrificio y el patriotismo de nuestra gente han hecho trascender la justeza de nuestra causa.