viernes, 27 de julio de 2012

No nos rendiremos jamás.

No nos rendiremos jamás
  Por Eduardo

Orlando:
¿Eres oncólogo acaso? ¿Cuándo te graduaste de gurú o de cartomántico? Estás obviando una cosa. A diferencia de Yasser Arafat, quién bajó de su avión en Francia, y regresó a Gaza en un ataúd, a Chávez lo está curando, los médicos cubanos y la medicina cubana. (Cuando escribí este post, no se había revelado la noticia del posible asesinato del líder palestino).
Ayer mismo, cuando oíamos los desmentidos de Chávez a los rumores de su casi fallecimiento, comentábamos mi mujer y yo acerca de tres primos suyos, hermanos carnales, un hombre y dos mujeres, quienes fueron diagnosticados de cáncer y a quiénes ya les dieron el acta. Una de sus primas, tuvo que someterse a tres operaciones rigurosas, quimio y radioterapia, y muy pocos la daban esperanzas de vida. Fue tratada con vacunas contra el cáncer basadas en anticuerpos monoclonales, que solo las produce este pequeño país que tú tanto atacas, y con un medicamento homeopático natural basado en el veneno del alacrán azul, que no sé si sabes que solo vive en Cuba.
En conclusiones, que Chávez como dice Fidel en una de sus reflexiones, y él sabe bien porqué lo asegura, sobrevivirá para hacerles la vida un yogourt a los yanquis por bastantes años más. A ti te pasa como a todos los gusanos cubanos, que sufren de una patológica adicción a anticiparse a los acontecimientos que no han sucedido, solo en función de sus más recónditos deseos. Cuando Fidel enfermó, además de las desvergonzadas celebraciones y cumbanchas que organizaron por toda la calle 8, Hialeah, la Sausera, en fin por todo Miami, perdí la cuenta de las veces que el Nuevo Herald mató literalmente a Fidel. Llegaron a decir que Fidel hacia tres meses que había muerto, y que Raúl le estaba ocultando la verdad al pueblo.