domingo, 12 de julio de 2020

Nos conformamos con ser cubanos 100%.

Mayor General Ignacio Agramonte Loynaz
Foto: Ecured
 Por Eduardo

Este es un comentario a un post de mi hermano Osmany, el Tatu de la Joven Cuba primigenia, que publiqué en su muro de Facebook días antes de que tuviésemos que asumir diferentes tareas como combatientes al servicio de nuestra Patria en el enfrentamiento a la pandemia de la COVID – 19. Algunos miembros de la claque contrarrevolucionaria en la mencionada red social, alardeaban de sus posesiones materiales y su “buena vida” en Miami, Nueva Jersey y otras ciudades norteamericanas, en contraposición con la “empobrecida” tierra cubana, a la que pintaban como el infierno en la tierra; algo que contradice por ejemplo el que muchos de esos mismos ciudadanos mandasen en condiciones anteriores a la COVID -19 a sus pequeños hijos y nietos a pasar las vacaciones en Cuba durante el verano. Quizás ahora que el foco de la pandemia en la Unión Americana se ha trasladado a la Florida reflexionen un poco acerca de las bondades de la vida americana.

Por cierto que el Presidente Trump estuvo por Miami, pero no se preocupó mucho por las salas de terapia intensiva, ni por el número de camas en los hospitales, o las cifras de infectados y muertos por la pandemia. Sus actividades se centraron en reunirse con los “líderes” de las contrarrevoluciones cubana, venezolana y nicaragüense, para anunciar un mayor recrudecimiento de las políticas agresivas contra nuestro país y las dos naciones hermanas. Es un sin sentido, pero así son las cosas con la actual administración estadounidense.

Osmany:

Mi herma, lo que pasa es que los comuñángaras como tú y yo no necesitamos ser cubanoamericanos, nos conformamos con ser cubanos 100%. Como lo único que tienen allá son las migajas que consumen del plato de lentejas que reciben de las manos del país que quiere matarnos de hambre y necesidades, y no la verdadera Patria Cubana, piensan que para nosotros son más importantes que la Patria, andar en carro y no en guagua, o llenarnos la barriga y no reconocer a los enemigos de la nación cubana.