viernes, 25 de enero de 2013

Dale JU “ANA” con la palangana.


Laura de la Uz en "La película de Ana"
 Por Eduardo

Un nuevo filme cubano se estrena por estos días en nuestras salas de cine. Su exhibición viene precedida por un grupo de reconocimientos que incluyen: Los Premios Corales de Guión para Eduardo del Llano y su director Daniel Díaz Torres y de Actuación Femenina para Laura de la Uz en el pasado 34 Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, así como el Premio de Distribución de Amazonia Films. Por si esto fuera poco, recientemente la Asociación Cubana de la Prensa Cinematográfica (ACPC) lo seleccionó como el mejor largometraje de ficción cubano del año 2012. El filme se denomina “La película de Ana”.
Tengo que confesar que no he visto la película, y que por tanto no estoy en condiciones de emitir juicios sobre la misma. Sin embargo al leer algunas sinopsis que sobre ella emiten algunos de nuestros medios de prensa, nuevamente me vuelvo a sentir descontento con respecto hacia donde dirigen sus esfuerzos nuestros cineastas. Sobre todo me asalta el desconcierto con relación a que, ¿Hasta qué punto nuestra cinematografía está reflejando la vida de todos los seres humanos que habitamos este archipiélago?
El portal digital cultural “Príncipe” de la ciudad de Camagüey refiere que: “Este largometraje de ficción, producido por el Instituto Cubano de Arte e Industrias Cinematográficos (ICAIC), es una comedia sobre una actriz sin mucha suerte profesional, que se ve precisada a disfrazarse de prostituta para cumplir los requisitos de unos documentalistas europeos, consigna una información del Centro Provincial del Cine en el territorio”. 

viernes, 18 de enero de 2013

Un Yanqui de Nueva York, hijo amado de la Patria Cubana.


General de Brigada Henry Earl Reeve
 Por Eduardo

Orlando:
Acabo de ver dos series norteamericanas sobre la Segunda Guerra Mundial. Son las secuelas de “Salvar al soldado Ryan”, que realizaron Spielberg y Tom Hanks; “Band of Brothers” y “The Pacific”. En la primera, un teniente de paracaidistas de la 101 División aerotransportada, se acerca a un grupo de soldados alemanes prisioneros, les ofrece cigarrillos y después, mientras estos fuman agradecidos, agarra su Thompson y los rellena de plomo. En esa primera serie, quizás por aquello de que los alemanes eran más rubios que los yanquis, al concluir la guerra, se divisan largas columnas de prisioneros germanos, y hasta un general de la Wermacht agradeces a sus hombres por acompañarle en la campaña.
La Segunda serie, “The Pacific”, es un manual de lo que les espera a los que luchen en contra del U.S. Marine Corps. En esas islas del Pacífico los marines no dejaron títeres con cabeza. En el Capítulo de Gualdalcanal hay un japonés que queda vivo después de los combates, y sale caminando herido frente a las líneas de los yanquis. Estos últimos, sonriendo y de manera sádica les comienzan a disparar, como si fuera un conejo de feria, hasta que el protagonista Robert Leckie, “humanitariamente”, le cuela un tiro en la cabeza desde su trinchera, molesto con el comportamiento infantil de sus compañeros de armas.

viernes, 11 de enero de 2013

¿Quién dice que el bloqueo es bobería?


Estados Unidos podría comprar todo el níquel cubano
 Por Eduardo

Orlando:
Cuando dos países de diferentes niveles de desarrollo comercian, siempre la economía del más poderoso por si sola deberá salir beneficiada, a menos que existan mecanismos de compensación, como los que existieron en el comercio entre los países del CAME, o lo que existen en los convenios comerciales ejecutados en el marco del ALBA, empleando el SUCRE. En la historia de Cuba, es famosa la conquista del Diferencial Azucarero, en virtud del cual si aumentaban el valor de las mercancías norteamericanas, el precio de venta del azúcar cubano aumentaba. La destrucción de la agricultura mexicana, como resultado de la aplicación del Tratado de Libre Comercio, es un ejemplo de cómo no puede existir libre competencia entre economías dispares.
El maíz cultivado por los campesinos mexicanos, a la usanza de los tiempos de Porfirio Díaz, no pudo resistir la competencia del maíz transgénico, cultivado con tecnología de punta, y subsidiado de los granjeros yanquis. Cuando los brasileños estaban ganando terreno con sus computadoras baratas y de óptima calidad el mercado yanqui, enseguida les aplicaron unos impuestos de entrada a EEUU, que las sacó de la competencia con Intel, IBM, Apple, y otros consorcios del Silicon Valley.
En fin Orlando, que el comercio leal y justo no existe, pero existe el comercio. Lo que pasa es que a Cuba los EEUU no les quieren permitir ni aún el mercado desleal, porque aunque los países del Tercer Mundo salen perdiendo en este orden económico injusto, si el gobierno del país logra una política buena de administración, entonces es posible crecer económicamente.

viernes, 4 de enero de 2013

Feliz Nuevo Año 2013.


 Por Eduardo

Muchas personas en esta “única y contaminada nave espacial”, al decir del periodista Walter Martínez, daban por sentado que en el 2012 el mundo, tal y como lo conocemos, se iría por el caño de algún místico agujero negro.
En una apocalíptica película hollywodense, los ricos del mundo, incluyendo a la monarca británica, son los candidatos a la salvación, en modernas arcas de Noé, equipadas con los últimos adelantos de la ciencia. El científico que dio la alarma al mundo de la catástrofe que se avizoraba, muere sumergido en un espantoso tsunami. Tuvo la mala suerte de nacer en la India.
Aunque los United States explotan como Cafunga, debido al cataclismo del Parque Nacional de Yellowstone, el mayor volcán en calma del mundo, se salva una familia yanqui portadora de los “supremos ideales” de la “Democracia Representativa”.
Como aseguraría un amigo mío; si en una película yanqui hay un negro protagonista, muchas veces a ese le toca poner el muerto, aunque sea el imaginario Presidente de la Unión. En este caso, el personaje es interpretado por el gran actor, y solidario amigo de Cuba, Danny Glover. Por suerte nada de lo representado en el filme de marras ocurrió.