viernes, 9 de octubre de 2015

El tema “democrático” me sigue preocupando.

 Por Eduardo

Retomo este antiguo post de mi casi inacabable debate con el Inagotable Orlando en “La Joven Cuba”; este publicado en octubre de 2011, donde doy continuidad a las ideas insertadas en este blog hace una semana. Me sorprendió apreciar que el compatriota Orlando y yo hemos sostenido un debate por casi un lustro, en el cual sin bajar nuestras respectivas banderas, nos hemos convertido en unos de los ejemplos de cómo puede primar el diálogo respetuoso entre adversarios políticos. Nunca nos hemos ofendido, y jamás nos hemos faltado al respeto. Lo cual no quiere decir, que en algún momento u otro, el choteo criollo no haya alcanzado nuestro diálogo.

Orlando:
Si la pretensión yanqui es que renunciemos al socialismo para copiar su modelo de sociedad están errados. Los 50 años, en que por copiar a los yanquis fabricamos hasta un Capitolio con sus dos hemiciclos, fueron suficientes para este país.
La Democracia yanqui no es modelo para nadie en el mundo. Lo único que la valida, es el poderío militar del imperio y sus arsenales nucleares. Lo primero que es cuestionable es el alto nivel de abstencionismo que posee. Un sistema de gobierno donde el presidente se elige con solo el 25% del padrón electoral no tiene ninguna credibilidad. En Cuba, Orlando, a pesar de que el voto no es obligatorio, vota el 95% de la población en edad electoral.