viernes, 9 de diciembre de 2011

Democracia Made in USA. ¿La necesitamos en Cuba?


Indignados en los Estados Unidos

Por Eduardo

Si la pretensión de los gobernantes yanquis es que renunciemos al socialismo para copiar su modelo de sociedad están errados. Los 50 años, en que por copiar a los norteamericanos, fabricamos hasta un Capitolio con sus dos hemiciclos, fueron suficientes para este país. La politiquería desatada desde principios del siglo XX por los Liberales y Conservadores, caricaturas aplatanadas de los Partidos Republicano y Demócrata, y otras formaciones políticas posteriores como el Partido Auténtico, con su carga de corrupción que Eduardo Chibás quiso barrer con su campaña de “Vergüenza contra dinero”, sumado a los dos períodos dictatoriales de Gerardo Machado y Fulgencio Batista, bastaron para engendrar la necesidad de crear un modelo de sociedad alternativa al capitalismo tropical, cuyas instituciones “democráticas” no eran más que una mala copia del modelo presidencialista norteamericano.  
No hablaré aquí de nuestras instituciones democráticas, con altos niveles de Democracia Participativa, que es la forma en que la mayoría de los cubanos creemos que en realidad el pueblo tiene la oportunidad de decidir asuntos importantes de la vida nacional. Un proceso como la discusión de los Lineamientos aprobados por el VI Congreso del Partido Comunista de Cuba, no tiene precedentes en el mundo. La mayoría de las transformaciones que se realizan actualmente en nuestro país son el resultado directo de las discusiones en los centros de trabajo, los barrios, las escuelas, las comunidades rurales, en fin son expresión de la voluntad popular.