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El renovado teatro Sauto, de Matanzas, acogió la primera función en homenaje a Alicia Alonso. Foto: Ismael Francisco/ Cubadebate. |
Por Eduardo
Mientras miro pasar en la pantalla de mi televisor la larga
fila de compatriotas que desfilan ante el féretro de la Prima Ballerina Absoluta,
nuestra Alicia Alonso, pienso que no existe hoy otro tema sobre el cual debiera
escribir, que rendirle mi tributo de cubano agradecido a quien supo cómo nadie
situar el nombre de nuestra Patria en los más altos altares del arte universal.
Miguel Cabrera, historiador de la emblemática compañía
insignia de la danza en Cuba, desde los estudios de la Televisión, nos entrega
un sinnúmero de anécdotas que nos dibujan la dimensión humana de este ser
excepcional que hoy nos abandona físicamente, pero que permanecerá por siempre
entre nosotros, fundamentalmente por el legado que nos regaló; que no es otro
que la Escuela Cubana de Ballet y su expresión más acabada, el Ballet Nacional
de Cuba.