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Amaury y Silvio en la entrevista. |
Por Eduardo
Existen artistas que con su obra
marcan a toda una generación. Mi generación está signada por la enorme
contribución a la cultura cubana del Maestro Silvio Rodríguez. Lo llamo
Maestro, porque en nuestra a veces superficial, y no exenta de guataquería
gratuita, farándula nacional, se le otorga este calificativo a artistas de
diversas manifestaciones, que en muchas ocasiones no presentan siquiera un aval
creíble, dentro, y mucho menos, fuera de fronteras.
He visto muchos programas de la
serie “Con dos que se quieran”, conducido en mi opinión de manera magistral,
por ese otro gran artista cubano que es Amaury Pérez. Sin embargo no pude por
cuestiones de trabajo poder disfrutar de la entrevista a nuestra Carilda Oliver
Labra. Cuando el sábado anunciaron el final de la temporada de programas con
una entrevista a Silvio, me dije a mi mismo, que esta vez no me pasaría lo que me
sucedió el día de la interviú de la “Novia de Matanzas”. Y no es que uno
después no tenga la oportunidad de leer la entrevista en Cubadebate, pero la
inmediatez y la pérdida de la primicia informativa se rompe, y el encanto se
pierde.