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Avión North American Super Sabre sobrevolando el malecón. |
Por Eduardo
Un señor, de cuyo nombre no quisiera ni
acordarme, ha lanzado a la
República de Cuba el apelativo de “hijo bobo del que lo
adopte”, y “parásito internacional”. Y como cuando yo le dé respuesta a esta
ofensa, sé que van a empezar a decir que no están hablando de Cuba, sino del
Gobierno, yo defiendo la posición de que los Consejos de Estado y de Ministros
son, los únicos y verdaderos representantes del pueblo de Cuba, en virtud del
texto constitucional aprobado en 1976, en Referendo Popular, y que fue
ratificada por el 97,7% de los cubanos de aquella época.
Tomando
como fuente el texto constitucional para no abusar de mi memoria, se puede leer
textualmente:
“El 12 de julio de 1992 fue aprobada en
sesión convocada al efecto, de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la Ley de Reforma Constitucional
encaminada a cumplimentar las recomendaciones del IV Congreso del Partido
Comunista de Cuba adoptadas como resultado del debate público, abierto, franco
y sereno con el pueblo, del Llamamiento que lo convocó y que evidenció, en lo
concerniente a la actividad de los organismos estatales, la necesidad de
encontrar vías para hacer aún más representativas las instituciones
democráticas y, consecuentemente, adoptar decisiones con vista a perfeccionar
sus estructuras, atribuciones y funciones de dirección en sus diferentes instancias;
incluir precisiones sobre la gestión del gobierno en provincias y municipios;
establecer nuevas formas de elección de los diputados a la Asamblea Nacional
y de los delegados a las asambleas provinciales, así como otras cuestiones de
interés para la vida institucional del país. La Constitución también
fue modificada con el fin de garantizar y ampliar el ejercicio de numerosos
derechos y libertades fundamentales y los derechos civiles y políticos de los
ciudadanos y extranjeros.”