viernes, 23 de enero de 2015

Nada empañará la memoria del Che.

Benicio del Toro interpreta al Che
 Por Eduardo

Hace algunos días leí un post escrito por un nematelminto de la fauna miamera, en el cual mencionaba el hecho de que nuestro héroe epónimo, el comandante Ernesto “Che” Guevara había suplicado por su vida en el momento de su asesinato, me tracé como tarea dar respuesta merecida a tan cobarde infamia. Este mercenario de la palabra, se hace eco de la versión que de este suceso infamante proclama, inclusive en videos de la televisión mayamera, el agente de la CIA, y asesino, Félix Rodríguez Mendigutía. Este ser despreciable, se pasea orondo por las calles de Miami, portando en una de sus muñecas el reloj que le quitara al cadáver del Che. Para apropiarse de esta reliquia que le debe quemar las muñecas, de la infamia, porque no se puede decir que es un trofeo de guerra, aprovechó el momento en que por órdenes del gobierno norteamericano le cortaban las manos al Guerrillero Heroico.
Félix Rodríguez Mendigutía, en el momento de los hechos era un agente oficial de la nómina de la Agencia Central de Inteligencia, y fue personalmente quien transmitió al mando boliviano el mensaje personal del Presidente Lyndon B. Johnson, en el cual se ordenaba que el Che no debiera salir con vida de la Escuelita de La Higuera. Este engendro asesino, fue el que recomendó que le dispararan al vientre para calzar la versión de la muerte en combate del comandante Guevara. Él estuvo entre los que emborracharon al asesino para que tuviera el valor de disparar a aquel que amarrado y sereno afrontaba la muerte con esa entereza que siempre lo caracterizó, y de la cual dan testimonio miles de compañeros en Cuba, África y otros lugares del mundo.