viernes, 30 de diciembre de 2016

Sobre la polineuritis y la propiedad de la tierra converso con Orlando el Inagotable.

Cultivo de la piña en los campos cubanos. Foto: Cubadebate
 Por Eduardo

Orlando:
En el Período Especial fue realmente difícil. No me enfermé de polineuritis, pero me puse flaco como un fideo. Yo pesaba 90 kilos y me puse en 63 kilogramos porque en realidad la caña se puso a tres trozos. Pero soportamos las polineuritis con el polivit (pastilla de complejo vitamínico B), y seguimos adelante. Por eso es que la hazaña de mantener el socialismo en Cuba cuando el resto del campo socialista se cayó es tan grande. 
Me estoy leyendo un libro de Hans Modrow, el último Presidente del Consejo de Ministros de la RDA llamado “La Perestroika, impresiones y confesiones”. Ayer le comentaba a mi esposa, que es una persona muy culta, graduada de Comunicación Social, que me sorprendía como los gobernantes y los dirigentes de los partidos de los países socialistas eran tan dependientes de la URSS, que no poseían una política propia, y el sentido del orgullo nacional que poseemos los cubanos no existía en casi ninguno de esos líderes del movimiento comunista. Inclusive este autor, protagonista de la caída del Muro de Berlín, se pasa todo el libro echándoles la culpa a Gorbachov y su tropa de la absorción de la RDA por la RFA. Todo lo contrario sucedió en Cuba, cuando en Camagüey, Fidel anunció que si se caía la URSS, seguiríamos defendiendo el socialismo, contando únicamente con la solidaridad de los pueblos del mundo.