Mi propuesta democrática.

Ruinas del Ágora Ateniense (tomado de Ecured)

 Por Eduardo

Claro que tengo que proponer. Soy un defensor de nuestro sistema democrático, que es perfectible, pero que con sus elevadas cuotas de democracia participativa es mucho más justo que todos los demás sistemas políticos que conozco. En esencia cuando los yumas se llenan la boca para decir la palabra democracia asumen que es su concepto de democracia el que vale para el resto del mundo. Salvando las distancias temporales y geográficas es como aquella democracia griega, la cual se toma como el ideal de esa forma de gobierno en el que supuestamente el pueblo, dirigido por sus Arcontes, expresaba sus inquietudes en el Ágora y se aprobaban decisiones de gobierno con la decisión popular. Lo que pasa es que en aquella época el “pueblo” no incluía a las mujeres, ni a los plebeyos, y mucho menos a los esclavos.

La democracia en el capitalismo tiene que ver mucho con la definición de democracia que redactara el gran escritor uruguayo – cubano, Premio Nacional de Literatura de la República de Cuba, y que expresa:

“Democracia: institución milenaria, esclavista o capitalista, que permite chupar sangre y riquezas a la luz pública y con total impunidad.”

Yo conozco de cerca el papel de nuestra democracia, porque mi padre recientemente fallecido fue Delegado de Circunscripción desde la primera experiencia piloto del Poder Popular en Matanzas, allá por el año 1976. Fue reelecto por sus vecinos hasta finales de los años 90 del siglo pasado, en que pidió ser relevado de sus funciones. Todos los miércoles a las 8.00 pm de la noche, recibía a sus electores en la sala de mi casa, y muchos problemas que resolvió con su gestión a nuestros vecinos de la comunidad. Nunca tuvo una oficina, ni jefe de campaña, ni asesores de imagen, ni prebendas, no percibió otra remuneración monetaria en esos años que no fuese la que recibía por su trabajo como profesor. Yo he viajado lo suficiente fuera de Cuba, y he conocido a varios concejales, que es el cargo equivalente a nuestro Delegado de Circunscripción, y no creo que tengan algo que ver con mi papá.

Y es que el concepto de trabajar en el gobierno, como un servidor público no es algo que predomine en este mundo. En estos días la prensa está llena de escándalos de corrupción que aparecen uno tras otro en todo el mundo. El caso más sonado es el del enjuiciamiento del presidente de Guatemala Otto Pérez Molina, el cual se encontraba en pleno ejercicio del cargo. O el del ex presidente de El Salvador Francisco Flores, aquel del debate con Fidel en la Cumbre Iberoamericana de Panamá, el cual se robó descaradamente el dinero que el gobierno de Taiwán le donó a su país para obras de reconstrucción de su deteriorada infraestructura. En Panamá, también hay una investigación por corrupción dirigida a investigar al ex presidente Ricardo Martinelli, en fin tremenda cochambre por todos lados.

Y que tienen en común todas esas “Democracias”, que son una mala copia de la Democracia yanqui. Cuando fundamos la República en Armas, en Guáimaro, constituimos un parlamento unicameral, como legislativo, algo que se mantuvo en todas las constituciones mambisas hasta la constituyente de la Enmienda Platt. Ahí copiamos el sistema yanqui hasta el punto de que se agregó el Senado, con sus senadores, y nos hicimos un Capitolio muy similar al de Washington. Por cierto que en ambos se están reparando actualmente sus respectivas cúpulas.
Esta es mi propuesta ampliada, ya que me la pediste estimado cubano. Puedes estar de acuerdo conmigo o no, pero como defensor de nuestra Revolución que soy creo en las instituciones que nacieron de la misma, y que conforman todo nuestro sistema político.