Terroristas cubano americanos entrenándose en los Everglades |
Por Eduardo
Algunos alabarderos de la contrarrevolución, los denominados cubanólogos, se refieren al diferendo Cuba – Estados Unidos, como si los gobiernos de la república federal del norte, no hubiesen sostenido hacia Cuba y su gobierno, una guerra no declarada, donde se han pasado 52 años tratando de aplastar la Revolución Cubana, y en la cual nuestro pueblo ha sufrido más de 3500 muertos, y más de 2500 inválidos por acciones terroristas.
Hemos sufrido en estos de duro batallar, hasta la voladura de un avión civil en vuelo, que las bestias de Bosh (que Lucifer lo mantenga siempre en el Averno), y Posada Carriles, calificaron como una acción de guerra, porque “esas cuatro negritas”, como despectivamente Bosh llamó a nuestras esgrimistas, una de las cuales Virgen Felizola tenía solo 15 años, “venían a regalarles sus medallas a Fidel”. ¿De que hablan estos tipejos?
Todas esas acciones terroristas fueron organizadas por la CIA desde territorio norteamericano, específicamente desde la JM Wave, situada en Miami, el mayor cuartel que la CIA haya tenido fuera de Langley. Dentro de la gran cantidad de barbaridades contra nuestra Patria se contabilizan, acciones de guerra bacteriológica, el ametrallamiento de nuestros pueblos costeros, los secuestros y asesinatos de nuestros pescadores, maestros y campesinos asesinados por las bandas al servicio de la CIA, sabotajes de todo tipo, como la explosión del vapor la Coubre en la Habana, donde prácticamente destrozaron en dos explosiones brutales a más de 300 cubanos, humildes trabajadores.
Yo de verdad que no entiendo la política de doble rasero, de los gobiernos norteamericanos como el de Bush. De acuerdo a su visión imperial, existen terroristas malos (los de Alqaeda) y terrorista buenos (los de la Mafia Cubanoamericana). Como expresó un día Franklin Delano Roosevelt, refiriéndose al primero de los dictadores de la dinastía somocista: - Somoza es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta.
Eso sin contar los 600 planes de atentados a Fidel, desclasificados por el gobierno yanqui, porque hasta tienen el descaro años después de sacar a la luz sus fechorías. Los norteamericanos y sus cómplices, han llenado este país de muertos y dificultades con su bloqueo genocida.
Sin embargo, parece que los muertos del pueblo de Cuba, revolucionarios y personas inocentes, no son importantes para los alabarderos de la reacción. Ese peligroso interés de destruir a la Revolución Cubana no ha desaparecido. Durante el gobierno de George W. Bush, el “Cabo Cason”, el Jefe de la SINA, trató de provocar un éxodo desde Cuba hacia EEUU, en la época en que en las calles de Miami los mafiosos gritaban “Irak ahora Cuba” después, y que tenía la intención de provocar una invasión yanqui a Cuba. Pero parece ser que una agresión de esa naturaleza a Cuba, y su costo en vidas, no les quita el sueño a los batistianos que controlan esa ciudad del Sur de los EEUU.
De acuerdo a la idea general de la justicia humana, se debería aceptar que el democrático gobierno yanqui, es en realidad una dictadura feroz, que sin detenerse a pensar mucho en convencionalismos, lleva consigo la muerte en los cañones de los fusiles de asalto de sus soldados, a “cien o más, oscuros rincones del mundo”.
Sus tropas en Irak y Afganistán matan a prisioneros a diestra y siniestra. Bombardean todos los días a la población civil con sus aviones robots, y como si nada pasara en este mundo, reflejan las cifras de muertos, con el eufemístico nombre de “Daños colaterales”. Basta leer los documentos publicados de Wikileaks, o el video publicado en ese mismo sitio donde ametrallan al corresponsal de Reuters. ¿No fue un crimen alevoso el caso Couso, donde los tanquistas yanquis asesinaron al camarógrafo español?
Ni juicio les hacen a sus soldados, cuando cometen tales crímenes. Ellos gozan de total impunidad. Hasta el mismo Bush confía en sus memorias que autorizó las torturas y ejecuciones extrajudiciales porque según él salvaron vidas estadounidenses. Hace unos meses se conoció a través de la prensa, una acusación contra un sargento yanqui y su escuadra en Afganistán, por dedicarse a cazar afganos como si se tratara de conejos. Estos cortaban los dedos de sus víctimas como trofeo de guerra. Los cubanólogos, no se detienen ante nada a la hora de acusar a nuestra Revolución, aunque para ello tengan que mentir descaradamente, sin embargo, lo que ya se sabe y se conoce por todo el mundo, son las barbaridades atroces del imperio que trata de destruir a Cuba.
Links relacionados:
No hay comentarios:
Publicar un comentario