Fidel y Raúl en la clausura del VII Congreso |
Por Eduardo
Estimada:
No entiendo el porqué de su pregunta acerca del porcentaje de la militancia respecto a la población cubana. A lo mejor es que pretende evaluarme en aritmética, materia que aprobé siendo un pionero allá por los años 70 del siglo XX. Esa sería una variante del enigma. La otra sería que acostumbrado como estoy a los quiebres de lanza con la reacción cubana y cubana americana en las redes sociales, usted esté montada en la matriz de opinión de que como los comunistas no somos exactamente 11 242 628 militantes, es decir el 100% de la población cubana, lo cual querría decir que en Cuba sería militante del partido hasta el pipisigallo, no tenemos representatividad suficiente para que nuestra organización, tal y como se expresa en el artículo 5 de la Constitución: El Partido Comunista de Cuba, martiano y marxista-leninista, vanguardia organizada de la nación cubana, es la fuerza dirigente superior de la sociedad y del Estado, que organiza y orienta los esfuerzos comunes hacia los altos fines de la construcción del socialismo y el avance hacia la sociedad comunista.
Nosotros, los militantes del Partido, para llegar a serlo debemos ser los mejores trabajadores, los ciudadanos más ejemplares, los cubanos que están dispuestos hasta dar la vida por salvaguardar la soberanía de este país antes las apetencias de dominación del mayor imperio en la historia de la humanidad. Cuando alguien va a ingresar en las filas del Partido, es obligatorio consultar a las masas de su centro laboral dos veces, una al inicio y otra al final. Se comprueba también que en su comunidad de residencia sea ejemplo antes sus vecinos. Este proceso de selección entre los revolucionarios cubanos permite que entre todos los simpatizantes de las ideas del socialismo, sean los cubanos de la vanguardia los que alcancen la honrosa condición de militar en las filas del PCC. En mi formación como comunista influyeron notablemente mis abuelos maternos, que no militaron nunca en el Partido. Sin embargo, como mis abuelos padecieron la vida del pobre en el capitalismo en Cuba me educaron en el amor a la Revolución, a Fidel y al Partido.
Este año 27 nuevos militantes del Partido se han incorporado a nuestras filas entre los profesores y estudiantes de la Universidad de Matanzas. Algunos alumnos míos de entre 19 y 24 años son militantes dobles de la UJC y del PCC. Un ejemplo de ello es Jennifer Bello Martínez, que es estudiante de la Carrera de Pedagogía Psicología de la Facultad de Ciencias Pedagógicas de nuestra Universidad. Es la Presidenta Nacional de la FEU, Diputada a la Asamblea Nacional del Poder Popular y con solo 22 años, la miembro más joven del Consejo de Estado de la República de Cuba. En fin amiga mía, que el partido y la Revolución se renuevan continuamente. Le recomiendo que lea un poco más de la vida actual del país. Sí porque me desconcierta la desinformación que usted tiene acerca de lo que se transmite en nuestra televisión del devenir de la Cuba de hoy. Esta semana hubo dos Mesas Redondas dedicadas a la comercialización de productos agrícolas, por ejemplo. Creo que como decimos en Cuba está leyendo periódicos viejos.
Y señora mía, pobre de aquel que pretenda estar de espaldas a la política. Este mundo está tan jodido que necesariamente hay que estar bien informado de los horrores que están ocurriendo de la mano de aquellos que creyéndose amos del planeta quieren gobernar al mismo en nombre de la supuesta libertad que implica la “Democracia Representativa” y el neoliberalismo.
Los 150 000 trabajadores argentinos despedidos de sus puestos de trabajo en apenas unos meses del gobierno de Macri en Argentina, o los diputados corruptos brasileños pidiendo a gritos la cabeza de Dilma Rouseff en una versión moderna del Circo Romano, más los llamados de Obama a que olvidemos la hermosa y Heroica Historia de la Nación Cubana, son un indicador de que como decía Martí a pensamiento es la guerra que se nos hace, y que la debemos ganara a pensamiento. Porque, y ahora retomo el asunto de los porcientos, solo el 1% de la población de los centros de poder controla más del 90% de las riquezas de este contaminado mundo y dentro de esas riquezas, son los dueños de los medios de desinformación masiva, que convierte en “intervenciones humanitarias” las burdas guerras de conquista en 60 o más “oscuros rincones del mundo” y a los muertos civiles en “víctimas colaterales”.
Los 150 000 trabajadores argentinos despedidos de sus puestos de trabajo en apenas unos meses del gobierno de Macri en Argentina, o los diputados corruptos brasileños pidiendo a gritos la cabeza de Dilma Rouseff en una versión moderna del Circo Romano, más los llamados de Obama a que olvidemos la hermosa y Heroica Historia de la Nación Cubana, son un indicador de que como decía Martí a pensamiento es la guerra que se nos hace, y que la debemos ganara a pensamiento. Porque, y ahora retomo el asunto de los porcientos, solo el 1% de la población de los centros de poder controla más del 90% de las riquezas de este contaminado mundo y dentro de esas riquezas, son los dueños de los medios de desinformación masiva, que convierte en “intervenciones humanitarias” las burdas guerras de conquista en 60 o más “oscuros rincones del mundo” y a los muertos civiles en “víctimas colaterales”.
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