Las banderas no se entregan.

Hospitalito de la Universidad de Matanzas.

 Por Eduardo

Anónimo:

Tengo un amigo alemán, que nos ayudó mucho en la Universidad de Matanzas, en los tiempos difíciles del Período Especial. Gracias a él, hoy tenemos una red de fibra óptica que enlaza a todos los edificios del campus. También gracias a él, los compañeros del Partido Comunista Alemán nos donaron el equipamiento para construir un hospitalito de 16 camas con todos los requerimientos. El sillón de estomatología nos los donó su propia esposa que es estomatóloga. 

Ese compañero es un gran científico en el campo de la biomecánica, pero después de la reunificación alemana, tiene prohibido ocupar plaza en cualquier universidad de la República Federal ¿Por qué? Sencillo; porque fue Secretario del PSUA (Los Comunistas de la RDA), en la Universidad donde trabajaba. ¿Cree usted que miles de gusanos en Miami no le harían a este servidor lo mismo a pesar de mi currículo? 

Yo estoy claro que a mí no me va a pasar eso, porque a este país, y sus sistema político no lo derriba nadie, porque contrariamente a lo que usted escribe, si estamos cambiando constantemente. Como dice el concepto de Revolución de Fidel “Cambiar todo lo que deba ser cambiado”. Todos los días cambiamos cosas en este país. La Cuba del 2016 es muy diferente a la de los 70 o los 80 del siglo XX. Eso hasta un ciego lo vería si lo quiere ver, pero no entregamos el poder político a la derecha, sencillamente porque las banderas no se entregan, se defienden si es necesario hasta con la vida. Y a los revolucionarios cubanos, con perdón de sus concepciones, nadie nos ha podido derrotar, esa es la verdad, y como buenos cubanos de comemierdas no tenemos un pelo. 

De Eliécer Ávila decirle que su problema no es de que no tenga derecho a cambiar su forma de pensar, sino que se ha convertido en un mercenario que por cuatro quilos ataca a la Revolución que lo sacó del pueblito intricado de oriente donde nació, lo puso a estudiar en una universidad mejor que muchas del Primer Mundo, la UCI, y lo hizo Ingeniero en Ciencias Informáticas. Este enlace habla de este “pobre muchacho” y su “sufrido peregrinar” por diversas partes del mundo, para promover un partido de cuatro gatos al que le puso “Somos más”. Nada que la derecha es tan poco original que hasta nombrar a un grupúsculo contrarrevolucionario tuvo que acudir a una frese del Partido Alianza País de Rafael Correa. 

http://cambiosencuba.blogspot.com/2016/01/la-humildad-de-eliecer-avila.html