viernes, 30 de diciembre de 2016

Sobre la polineuritis y la propiedad de la tierra converso con Orlando el Inagotable.

Cultivo de la piña en los campos cubanos. Foto: Cubadebate
 Por Eduardo

Orlando:
En el Período Especial fue realmente difícil. No me enfermé de polineuritis, pero me puse flaco como un fideo. Yo pesaba 90 kilos y me puse en 63 kilogramos porque en realidad la caña se puso a tres trozos. Pero soportamos las polineuritis con el polivit (pastilla de complejo vitamínico B), y seguimos adelante. Por eso es que la hazaña de mantener el socialismo en Cuba cuando el resto del campo socialista se cayó es tan grande. 
Me estoy leyendo un libro de Hans Modrow, el último Presidente del Consejo de Ministros de la RDA llamado “La Perestroika, impresiones y confesiones”. Ayer le comentaba a mi esposa, que es una persona muy culta, graduada de Comunicación Social, que me sorprendía como los gobernantes y los dirigentes de los partidos de los países socialistas eran tan dependientes de la URSS, que no poseían una política propia, y el sentido del orgullo nacional que poseemos los cubanos no existía en casi ninguno de esos líderes del movimiento comunista. Inclusive este autor, protagonista de la caída del Muro de Berlín, se pasa todo el libro echándoles la culpa a Gorbachov y su tropa de la absorción de la RDA por la RFA. Todo lo contrario sucedió en Cuba, cuando en Camagüey, Fidel anunció que si se caía la URSS, seguiríamos defendiendo el socialismo, contando únicamente con la solidaridad de los pueblos del mundo. 


Nada compatriota, que si de algo sirvió que en los años 90 nos enfermáramos de polineuritis, alias Beri Beri, por falta de vitaminas en nuestra alimentación, es que seguimos siendo una nación libre, soberana, independiente, respetada, al punto que nuestro mayor adversario está recomponiendo sus relaciones con la isla. 

Orlando: 
Una última cosa relacionada con este comentario. En los dos decretos ley emitidos por el Consejo de Estado de la República de Cuba, con respecto a la entrega de tierras ociosas, tanto el 259 de 2008 y el 300 del 2012, prevén la entrega de tierras en usufructo, es decir sin costo alguno para el que solicite la tierra, mientras las trabaje. Nunca he oído hablar en este país de arrendamiento, ni de arrendatarios. 
En Cuba existen como empleos relacionados con la agricultura; los propietarios o pequeños agricultores, los cuáles en su mayoría recibieron sus tierras durante la Reforma Agraria (miembros de la ANAP), los cooperativistas pertenecientes a las Cooperativas de Producción Agropecuaria (miembros de la ANAP también), los obreros agrícolas de las Unidades Básicas de Producción Cooperativa (miembros del Sindicato Nacional de Trabajadores Agrícolas), y los usufructuarios por los Decretos Leyes 259 y 300. En este último caso, los usufructuarios trabajan las tierras como segundo empleo, como es el caso de un tío de mi esposa que es chofer de una  empresa y está afiliado en el Sindicato de su centro laboral. Además de su empleo solicitó tierras en el Valle del Yumurí para cultivos varios y crianza de cerdos. Mediante convenio con la empresa de Acopio, entrega parte de su producción al estado, y el resto la puede comercializar a través de cuentapropistas u otra forma de las que establece la ley.
No entraré en los detalles de la legislación dedicada a los usufructuarios. Te posteo la URL de un sitio desde donde se puede descargar en PDF la Gaceta Oficial que tiene el Decreto Ley 300 del 2012 que es el que está vigente. En este se incluyó a diferencia del 259 el derecho de los usufructuarios a construir en las tierras que trabajan bienhechurías, lo cual en cubanas palabras implica que se puede fabricar en las finquitas, casas, garajes, corrales, letrinas sanitarias, etc. 

http://www.actaf.co.cu/biblioteca/legislacion-agraria-cubana/decreto-ley-300-sobre-la-entrega-de-tierras-estatales-ociosas-en-usufructo-.html

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