viernes, 13 de enero de 2023

Sobre la nueva novela cubana “Asuntos Pendientes”.


 Por Eduardo

Por un sentido de orgullo nacional, y porque me crecí disfrutando aquellos inolvidables “Horizontes”, telenovelas escritas por la gran Maytee Vera, casi siempre me obligo a tratar de seguir la telenovela cubana de turno. Siguiendo esta norma me senté a ver el capítulo 2 de la que recién acaba de comenzar; “Asuntos Pendientes”.

Cuando leí la reseña en la prensa anunciando el estreno del dramatizado me alegré sobremanera; al fin la Televisión Cubana dedicaría un seriado a los conflictos que suceden en una Empresa Estatal Socialista, específicamente en una Planta de Prefabricados. El hecho de que al fin apareciera un programa donde los protagonistas no fuesen dueños de restaurantes, o artistas, o que su horizonte en la vida lo constituyese montar un timbiriche, rompería sin dudas los esquemas que reflejan los últimos productos de la “Casa Productora de Telenovelas”.

Sin embargo el antes mencionado capítulo 2, me dejó anonadado. Más allá del conflicto machista matrimonial en torno a cuál de los dos cónyuges ocupa la Dirección de la unidad empresarial, es evidente que los escritores de la telenovela, que yo no dudo de que sean muy talentosos, no conocen o no se prepararon para reflejar en la misma como funciona en las entidades estatales la política de cuadros.

Salta a la vista que los guionistas no se han leído los documentos del 8vo Congreso del Partido Comunista de Cuba, donde una de las más importantes Comisiones la número 3, fue dedicada única y exclusivamente a la Política de Cuadros, la cual emitió una Resolución que establece las pautas de la política de cuadros, que en nuestro país deben seguir el Partido, las Organizaciones Políticas y de Masas, así como las entidades del Estado Cubano, tanto del Sector Empresarial como el Sector Presupuestado.

Una frase del protagonista masculino lo resume todo: - Ese es el tipo que puede decidir que mañana yo sea el Director de la Unidad. Es decir en esa Empresa no existe una Comisión de Cuadros, ni Reservas Listas, ni Canteras de Cuadros, ni se presenta a la Comisión de Cuadros una candidatura de dos propuestas en igualdad de méritos laborales, currículo y capacidad e idoneidad demostrada para el cargo. Simplemente un Jefe decide en virtud de su soberana voluntad quién va a ser el Director de una Empresa.

Tampoco en esa empresa, es evidente y salta a la vista, los Consejos de Dirección no analizan, tal  y como está establecido el nepotismo y  las relaciones de familiaridad dentro de la empresa, ni cumplen lo que en materia legal se establece al respecto.

De lo observado infiero además que para los guionistas de la telenovela simplemente es letra muerta lo establecido en el Capítulo 3 de los Objetivos de Trabajo de la Primera Conferencia del PCC donde se establece entre otras políticas que:

Asegurar mayor objetividad en la selección, preparación y promoción de las reservas de cuadros y exigir a los jefes la responsabilidad que les corresponde en esta tarea y en la formación de sus subordinados”.

“Lograr un incremento progresivo y sostenido en la promoción de mujeres, negros, mestizos y jóvenes a los cargos de dirección, a partir de los méritos, resultados y cualidades personales de los propuestos”.

“Proyectar la renovación paulatina de los cuadros en los cargos de dirección, estableciendo límites de permanencia por tiempo y edades según las funciones y complejidades de cada responsabilidad. Limitar a un máximo de dos períodos consecutivos de cinco años, el desempeño de los cargos políticos y estatales fundamentales”.

Por las funciones de trabajo que he desempeñado a lo largo de mi vida laboral, y más allá de las violaciones que se puedan cometer en cualquier parte del país, y por conocer el sistema empresarial cubano, lo ejemplificado en el capítulo 2 de la telenovela “Asuntos Pendientes” muestra una imagen no verídica de lo establecido en Política de Cuadros de este importante sector de nuestra economía, sin él cual, algo en lo que coincido con el Dr.C Agustín Lage  Dávila, sería imposible sustentar las conquistas y los logros de la nación cubana.

En su afán de “despolitizar” los audiovisuales nacionales por parte de un sector de los creadores de la Televisión Cubana, con el falso pretexto de no restarle audiencia a su producto, están gastando el dinero del Estado Cubano, representante del pueblo cubano como propietario real de nuestros medios audiovisuales, en obras que no solo desconocen a nuestro sistema político, sus organizaciones, sus instituciones, sino sobre todo a los millones de cubanos que pertenecen a las mismas, sino que para aquellos que vean estos productos fuera de Cuba, crean una imagen irreal de la vida en la isla y de la realidad diaria de los cubanos.

Ninguna telenovela actual ha logrado el impacto de “El viejo espigón” o de “Oro Verde” donde los protagonistas eran líderes sindicales y obreros, revolucionarios y comunistas. Y para aquellos que argumenten que los tiempos han cambiado, las obras de Roly Peña, como “La expedición del Honor”, o “Lucha contra bandidos”, en sus dos temporadas, son el mentís más profundo. Los comunistas también vivimos, trabajamos, y luchamos muy duro por nuestra Patria, para que seamos invisibilizados en los productos audiovisuales de la Televisión Cubana, así como las pautas que en la política a todos los niveles de la vida nacional establecen los Congresos del Partido de la Nación Cubana, que no es otro que el Partido Comunista de Cuba.  #MatancerosEnVictoria


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