lunes, 25 de julio de 2011

26 de Julio. El día más alegre de la historia.

El cuartel Moncada, el día 26 de julio de 1953
 Por Eduardo

Ayer por la televisión nacional observaba un programa dedicado a la trayectoria del Grupo Moncada, una de las bandas más emblemáticas del Movimiento de la Nueva Trova. Fundada en la década de los 70 del pasado siglo, y a pesar de que por ella han pasado varias generaciones de músicos, la agrupación musical ha subsistido a despecho del tiempo transcurrido. Como en todo recuento histórico que se respete, en el documental aparecieron filmaciones realizadas al grupo en diferentes etapas de su devenir artístico. En una de ellas, el primer cantante del grupo, el Maestro Alberto Falla, entonaba una canción dedicada a la fecha histórica de los asaltos a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, eventos ocurridos como casi todo el que conoce algo de la historia de la Revolución Cubana sabe, el 26 de julio de 1953.
El estribillo de la canción de marras expresaba, que “el 26 es el día más alegra de la historia”. Uno pudiera pensar que la frase es un contrasentido, porque el hecho histórico en si mismo provocó un baño de sangre a través de la represión de los jóvenes asaltantes que cayeron prisioneros de los esbirros de la tiranía, que todavía hoy a pesar del tiempo transcurrido, sobrecoge por la brutalidad demostrada por aquellas bestias con apariencia de seres humanos. De los 131 combatientes que asaltaron los cuarteles de Santiago y Bayamo, solo seis cayeron en combate. Sin embargo la criminal orden dada por el tirano Fulgencio Batista, de asesinar por cada soldado muerto en el asalto a diez revolucionarios, provocó el asesinato de 55 asaltantes y dos civiles inocentes. 

Pero el sacrificio de esos heroicos jóvenes y el fracaso de la toma de los cuarteles Moncada y Céspedes, que dio al traste con la posterior realización de un alzamiento popular previsto en el plan de ataque, no detuvo la justa rebeldía del pueblo cubano.
En 1961, el entonces comandante Raúl Castro Ruz y Ministro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), al referirse a la trascendencia histórica de este evento manifestó:
...En primer lugar inició un período de la lucha armada que no terminó hasta la derrota de la tiranía. En segundo lugar, creó una nueva dirección y una nueva organización que repudiaba el quietismo y el reformismo, que eran combatientes y decididos y que en el propio juicio levantaban un programa con más importantes desmanes de la transformación socioeconómica y política exigida por la situación de Cuba... Como expresó Fidel: El Moncada nos enseñó a convertir los reveses en victorias.
Sino hubiese ocurrido el asalto a cuartel Moncada, Fidel y sus compañeros habrían asumido el liderazgo de la lucha contra la tiranía, y el pueblo de Cuba no los hubiese identificado como lo que eran en realidad, los verdaderos herederos de los soldados del Ejercito Libertador.
Sin el Moncada no hubiera existido la Revolución Cubana, y toda su obra humanista, internacionalista al servicio de las mejores causas de la humanidad nunca se hubiese realizado. Cuba, de no haber tenido lugar la epopeya de la “Generación del Centenario” no sería el referente de dignidad que muchos aman, otros pocos desean destruir, pero ante el cual, nadie en este mundo puede quedar indiferente. Por eso coincido con los cantores de Moncada en que “el 26 es el día más alegre de la historia”. Si hoy, un niño mulato, nacido en un solar del barrio de Simpson, tengo el privilegio de enseñar en una Universidad como profesor, es porque esos muchachos se sacrificaron para que todos los niños humildes cubanos, tuviésemos el derecho de crecer en una Cuba sin desigualdades humillantes, hacer realidad nuestros sueños, y llegar a ser hombres de bien al servicio de la humanidad.
Este artículo lo escribo después de regresar hoy 21 de julio de la actividad que en conmemoración a la histórica fecha se realizó en el teatro Julio Antonio Mella. A pesar de la sencillez, quedó muy hermosa, tal y como corresponde a nuestra universidad. Se entonaron canciones, se declamaron poemas, y se leyeron anécdotas relacionadas con la gesta. El sábado 24 participaré en el acto provincial que se realizará en la emplanada del antiguo cuartel Goicuría, otro cuartel de la tiranía convertido en escuela, y donde un grupo de valerosos jóvenes matanceros, también regaron con su sangre el sagrado suelo de la Patria, intentando tomar el cielo por asalto.
Concluyo con una felicitación a los compatriotas de Ciego de Ávila, cuyos resultados como provincia, les permitieron alcanzar la Sede del Acto Nacional, por el 26 de julio.

¡Viva el 26 de Julio!
¡Viva Cuba Libre!

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