Cuba es un eterno verano |
A partir del 22 de diciembre de 2011 comenzarán mis vacaciones de verano. Me deberé reincorporar el 27 de agosto a mis tareas habituales. Cuando el día 1ero de septiembre, recibamos a nuestros estudiantes, los de nuevo ingreso, y los que continúen estudios, ya toda la Universidad de Matanzas, deberá estar lista para comenzar las clases.
El hecho de que no he tenido en mi vida otro empleo que no sea mi plaza de profesor universitario, labor que comencé cuando al graduarme de ingeniero, solo contaba veintidós años, me ha permitido gozar de un privilegio enorme, del cual no pueden vanagloriarse otros trabajadores de este país. Desde que comencé a estudiar en el preescolar, hasta el día de hoy, siempre he disfrutado de un mes de vacaciones en el mes de agosto.
Cuando era un adolescente desembarcaba en cualquiera de las playa manceras a las 8.00 am, y no regresaba a casa hasta bien entrada la noche. Pero el mundo no sufría todavía el Calentamiento Global. Ahora cuando se toman baños de mar en la isla hay que tener cuidado, porque el sol de Cuba te puede desollar, de tan fuerte que golpea en junio, julio y agosto.
Como le contaba hace dos días a un querido amigo, con los años me he vuelto un poco ermitaño en mis vacaciones. Casi no salgo de viaje, a excepción de excursiones turísticas planificadas, de las que normalmente los diferentes centros de trabajo de la provincia organizan. Aunque uno no trabaje en esas fábricas, o entidades, siempre recibe invitaciones de amigos y familiares. También se organizan actividades de verano por los Consejos Populares, los CDR, las Iglesias, las Logias, y por las diferentes organizaciones no gubernamentales, como la Unión Nacional de Arquitectos e Ingenieros de Cuba, la Unión de Juristas, la Asociación Nacional de Economistas y otras más. Son tan numerosas, que a veces por falta del capital necesario, uno debe pasar por alto, algunas de ellas.
No obstante, a pesar de mis tendencias de ermitaño, acabo de pagar en la caja de la universidad, el importe de una excursión a Varadero. Serán los días 21 y 22 de agosto. La guagua, que sale del barrio de Versalles a las 9.00 am, nos llevará hasta la playa más famosa de Cuba, y regresaremos a las 4.00 pm. La Universidad garantiza además del transporte, la alimentación, lo cual no incluye bebidas alcohólicas. Pero eso no me preocupa, porque soy un abstemio casi total. Solo bebo en reuniones familiares y en ocasiones especiales. Como dice el viejo refrán castizo, de Pascuas a San Juan. El precio de la excursión fue de solo 48 pesos, es decir casi dos dólares, lo cual para cuatro personas es como si fuese casi gratis.
Este verano, disfrutaré la programación de la televisión, que de siempre cambia su oferta en verano, visitaré a los amigos, leeré y descansaré durante todo un mes. No obstante, aclaro que ya escribí un grupo de post que se irán publicando de manera automática, mientras disfruto de mi receso laboral. Si alguno de los lectores desea dejar algún comentario, lo puede hacer. Algún que otro día me tendré que llegar hasta el Campus, porque no poseo conectividad con Internet en la casa, por lo que vendré hasta aquí, aunque sea para revisar el correo. Así que seguiremos en contacto. Disfruten todos los lectores que viven en el hemisferio norte, un feliz verano.
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