Nuestros niños y adolescentes, protegidos por la Revolución |
Por Eduardo
Como todos los años, ayer 17 de julio de 2011, tercer domingo del mes que corre, Cuba celebró su tradicional “Día de los niños”. Mi hijo, que aunque espigado, por su edad de trece años, todavía clasifica para la celebración, se levantó un poco tarde. En la noche del sábado salió con su primo, y varios amiguitas y amiguitos de la cuadra, a las fiestas del Parque René Fraga. Los adolescentes matanceros de su edad, se reúnen en esa bella instalación, situada en uno de los sitios más elevados de la geografía de la ciudad, para bailar y compartir con sus amigos. Es una especie de discoteca al aire libre, donde nuestros muchachos practican una sana recreación. Parten de todos los barrios de la “Gentil Yucayo” a la hora que termina la novela brasileña, y regresan en horas de la madrugada. Mi niño, todas las semanas está de vuelta en casa a eso de las 2.00 AM.
Su mamá y yo planificamos de nuestro salario unos 100 pesos cubanos, para que tenga dinero cuando sale por la noche, a razón de 25 pesos por salida. Este sábado solo gastó un peso, cuando montaron él y sus amigos, una guagua para el regreso. Ellos forman parte de una adolescencia y una niñez muy sanas, que disfrutan el hecho de vivir en una sociedad con los más bajos índices de violencia, abuso sexual, criminalidad, alcoholismo y drogadicción de este hemisferio.
En el Día de los Niños, en diferentes puntos de la urbe, se realizaron diferentes actividades, de tipo cultural, deportivo y recreativo. Sin embargo mi hijo y sus amigos, para quienes el tipo de actividades diseñadas para niños de menor edad, “son cosas de fiñes”, prefirieron irse a la playa, que les queda a solo 15 minutos de camino. Por la mañana, había ido a visitar a sus abuelos, y posteriormente realizado algunos mandados a su regreso. También nos ayudó a su mamá y a mí en los quehaceres de la casa. Al regresar de la playa estuvo unas dos horas leyendo una novela de ciencia ficción. En resumen, que como parte de sus vacaciones, con todos sus compañeros de generación, mi niño disfruta del privilegio enorme de ser un hijo de esta tierra, donde como dice el dicho popular “En Cuba, nada hay más importante que un niño”.
Ningún país ha hecho más por su infancia que Cuba. No lo digo yo. Lo dice el representante de la UNICEF en Cuba. Si tomásemos en cuenta, la mortalidad infantil que presenta Cuba, país del Tercer Mundo bloqueado y atacado, de menos de 3 por cada mil nacidos vivos, con eso nada más se pudiera comprobar que miles de niños llegan a la edad adulta, por el solo hecho de haber nacido en esta isla comunista. En la entrevista que le concedió a Fernando Ravsberg, en la BBC, José Juan Ortiz, representante de Unicef en Cuba, dice cosas como estas que reproduzco textualmente:
"Afirma que incluso la desnutrición infantil es menor que en países del Cono Sur con economías más fuertes y explica que "en los extremos de América Latina están Guatemala con el mayor problema y Cuba sería el país en el que está más controlado".
"La desnutrición severa no existe en Cuba aunque hay algunos focos en las provincias orientales y en los barrios de La Habana con menor desarrollo, sobre todo en casos de embarazos de adolescentes. Sin embargo, están muy controlados por los programas de lucha contra la anemia y de atención a las embarazadas. Además existe un programa de detección de casos desde la primera infancia en las escuelas."
"En Cuba nuestro trabajo es muy fácil. La sociedad tiene buena capacidad técnica y el análisis estadístico es tan profundo que sabemos exactamente dónde están los focos y las necesidades. Por otra parte, nosotros trabajamos en el terreno y por lo tanto conocemos la realidad específica, no sólo dependemos de lo que nos dicen."
Ante la pregunta de si el gobierno cubano pudiera estar engañándolos la respuesta de José Juan Ortiz es:
"No, ni somos tan tontos ni el gobierno cubano es tan malo. Los datos los constatamos exactamente igual que en cualquier otro país, usamos la misma metodología en Cuba que en Guatemala, Zambia o en España."
Ante la pregunta de los beneficios de un niño por nacer en Cuba responde:
"El primer beneficio es la educación. En el mediano plazo la UNICEF tiene como objetivo lograr la igualdad de género en la escuela. En Cuba se consiguió hace un montón de años, la escolarización es al 100%. Hay programas educativos de 0 a 3 años y hasta la Universidad es gratuita.
Luego la Salud, garantizada a los niños y niñas, desde antes de nacer, con el control de la salud materno-infantil. La situación es paradigmática en este terreno siendo un país del sur."
"Aquí no hay ningún niño en la calle. En Cuba los niños son todavía una prioridad y por eso no sufren las carencias de millones de niños de América Latina, trabajando, explotados o en redes de prostitución."
Sobre la situación económica del país y la protección a la infancia en Cuba:
"Es indudable que la situación económica es muy dura, la crisis afecta a todo el planeta y a Cuba de una manera brutal. Pero recalco que "todavía" en Cuba la situación de la infancia es mejor que en la mayoría de la región."
Fernando Ravsberg le pregunta que piensa sobre el "adoctrinamiento" de la educación cubana y responde:
"Los niños y las niñas tienen el derecho a ser protegidos y por lo tanto el Estado y la familia tienen que velar por ellos. No hay ningún Estado que no ideologice a sus hijos, unos persignándose y otros diciendo "seremos como el Che".
La dirección en la educación existe en todos los sistemas educativos, la ideologización del niño en todos los países se da desde que nace hasta que muere. El Estado y la Familia nos dice lo que es bueno y lo que es malo."
Sobre la prostitución de menores y el suicidio infantil, su respuesta es un mentís rotundo a las campañas mediáticas:
"Hay niveles de prostitución menores que los de los países que detectamos como "situación grave". Ese es otro de los estereotipos criminalizando la situación cubana radicalmente injusto. El número no es especialmente alto.
No puedo dar las cifras pero las conocemos porque estamos trabajando junto con el Ministerio del Interior en centros de educación integral para menores.
Respecto al suicidio no tengo información pero te puedo asegurar que el nivel de suicidio juvenil ha crecido en todo el mundo, pero es un problema mayor en los países desarrollados."
El texto completo de la entrevista, los lectores lo podrán encontrar en:
Sirvan estas líneas como una modesta forma de desmentir, sobre todo a aquellos lenguaraces que no se detienen ante nada, con tal de difamar en contra de Cuba y la Revolución, aunque para ello deban empañar la obra de amor y justicia que se ha realizado en nuestro país a favor de nuestra niñez. Llegue asimismo nuestra felicitación a todos nuestros niños, y el reconocimiento a todos aquellos compatriotas, encargados por velar por el desarrollo de la feliz infancia de nuestros hijos, en todas aquellas instituciones, que como escuelas, hospitales, bibliotecas, centros recreativos, y otros, contribuyen en esta noble tarea.
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