jueves, 2 de mayo de 2013

A Cuba nadie le regaló su independencia.


El General de Tres Guerras Quintín Banderas
 Por Eduardo

Anónimo:
La lucha contra España durante la Guerra Necesaria, ya la habíamos ganado desde que se realizó la invasión a occidente. En el año 1895, prácticamente más de la mitad de la renta del Estado español provenía de la producción y comercialización del azúcar, el tabaco y los alcoholes cubanos. La política de Cánovas de “hasta el último hombre y la última peseta”, había llevado a España a la más dura bancarrota. Te pongo un ejemplo. Cuando en la batalla de Santiago de Cuba entra en combate el acorazado “Cristóbal Colón”, como barco, este era mucho mejor que los barcos yanquis, sin embargo, por problemas económicos, los gaitos no le pudieron montar su artillería pesada. Al decir de los marinos españoles era como un tigre sin sus colmillos.
El ejército español en Cuba sobrepasaba los 350 000 efectivos. De ellos casi un cuarto de millón de españoles, en su mayoría los famosos quintos, y alrededor de 100 000 cubanos traidores peleando al lado de España. El censo del Ejército Mambí al final de la guerra, arrojó que del bando patriota combatían unos 24 000 efectivos. ¡Pero que soldados eran aquellos! La infantería oriental dirigida por el General de Tres Guerras Quintín Banderas, sus famosos “cambutes”, marcharon desde Oriente a Occidente sin zapatos al mismo paso de la caballería mambisa. En su arsenal muchas veces iban a razón de cuatro tiros por cabeza, con la consigna de “un tiro y al machete”.
Sus tácticas eran la guerra por sorpresa, los ataques fulminantes de caballería, las marchas y contramarchas. No necesitaban de logística, porque del monte forrajeaban sus alimentos. Ni necesitaban muchas veces otros pertrechos que no fuesen otros que los que le arrancaban al enemigo en combate. Máximo Gómez en un potrero de apenas 5 leguas, “La Reforma”, con solo 1500 mambises, derrotó a 15 000 soldados de línea españoles. En el rescate de Sanguily, Ignacio Agramonte, con solo 30 jinetes de la caballería camagüeyana derrotó a una columna de infantería española. 

Los cubanos conocían el terreno, eran inmunes a enfermedades como la disentería, o el cólera, la cual mataba cada mes a cientos de españoles como si fuesen moscas. En fin, que los mambises combinaban como posiblemente ningún soldado de aquella época los principios de la guerra irregular con los combates clásicos. Si se fuera a definir de alguna manera, la estructura de sus unidades era tan flexible, que cuando hacía falta peleaban en forma de partidas o pequeñas guerrillas, y cuando era necesario grandes operaciones al estilo de las grandes batallas como las Guásimas, el Naranjo, Mojacasabe, Peralejo o Mal Tiempo, se constituían en tropas de línea, derrotando a los bravos soldados españoles.
En conclusión que para ganar la guerra solo teníamos que mantener la lucha, y los españoles iban a quebrarse solitos. Años después el General de Hombres Libres les aplicó la misma receta a los yanquis en las Segovias, y les infligió una vergonzante derrota. Los cubanos sabían cómo hacerles la guerra a los españoles, los yanquis no. Cuando se metieron en la guerra contra España, imaginaron que sería como asesinar a los indios del Far West, y se corrigieron fuera del tibor.
Los cubanos que constituían la cabeza de la Revolución en aquellos años, no supieron estar a la altura del momento histórico. Se dejaron engañar por los yanquis con el cuento de la Joint Resolution, y que venían a apoyar a Cuba a ganar su libertad. Después tuvieron a un tipo muy inteligente de Secretario de Estado, Elihu Root, uno de los fundadores del Caucus Judío del Congreso, verdadero inventor de la Emmienda Platt, que logró a través de la Diplomacia y el engaño varias cosas que te enumero, y para lo cual contó con la ayuda del traidor Delegado del Partido Revolucionario cubano, Tomás Estrada Palma y que consistieron en:
  1. Enfrentamiento de Máximo Gómez a la Asamblea del Cerro y su posterior disolución.
  2. Licenciamiento del Ejército Libertador y la creación del Ejército al servicio de la oligarquía. Este paso le permitió apoderarse físicamente del país. 
  3. Disolución del Partido Revolucionario Cubano.
  4. Aplicación de la Enmienda Platt.
Ahora me tengo que ir y mañana estaré para la Habana. Trataré de desarrollar un post con estos temas. Solo quiero agregarte, que si hoy Cuba no es una colonia como Puerto Rico, es porque en esos años, si los yanquis se hubiesen presentado en sus verdaderas intenciones, y ellos calcularon bien la relación costo beneficio, los patriotas cubanos hubiesen seguido batidos en la manigua.

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