Una aspiración genuinamente comunista.

Fidel y Raúl en la clausura del 6to Congreso del PCC.

 Por Eduardo

Anónimo:

El partido único, con su centralismo democrático, es la base de la teoría leninista de la fase de transición del capitalismo al socialismo. Le digo más, el ideal comunista, el que defiendo es aquella sociedad donde no existiría ningún partido, inclusive tanto Marx, Engels como Lenin coinciden que cuando exista una sociedad donde no existan clases sociales, sino simples diferencias entre trabajadores manuales e intelectuales, o entre el campo y la ciudad, el Estado desaparecería. 

Según el propio Carlos Marx el Estado, en cualquiera de las múltiples variantes que existe no es otra cosa que un aparato represivo de la clase en el poder sobre el resto de la sociedad. Claro que Carlos Marx no tuvo nunca la oportunidad de construir el socialismo. Eso le tocó a Lenin, y el genial pensador ruso que al crear el primer estado de obreros y campesinos ya había elaborado la teoría de la dictadura del proletariado.

Los primeros años del poder soviético fueron los del socialismo de guerra, porque las grandes potencias con y los rusos blancos, que era como se denominaban los contrarrevolucionarios, le cayeron a la Rusia soviética en pandilla. En las obras de algunos autores soviéticos se relata el heroísmo de los comunistas rusos en aquellos años. Cuando terminó la guerra civil Lenin comenzó a establecer lo que se llamó la Nueva Política Económica, es decir la NEP, que permitió acabar el hambre en ese país y comenzar las grandes obras de desarrollo industrial del país. Fueron los años en que Lenin lanzó aquella frase de “Socialismo es igual a electrificación más poder soviético”. Y el país comenzó a levantar su economía de un país desolado por la guerra a una economía poderosa.

Pero Lenin fallece a consecuencia del atentado que sufriera a manos de la eserista Kaplan, y asumió la conducción del socialismo en la ya entonces Unión Soviética José Stalin, sobre el cual Lenin había vertido fuertes reservas. Stalin acabó con los campesinos acomodados, los llamados Kulaks, que habían prosperado gracias a la NEP, impuso la colectivización forzosa, las purgas y todos los demás errores en la construcción del socialismo que fueron criticados después de su muerte, cuando Nikita Krushov asumió la dirección del PCUS. Pero sin pretender hacer un resumen de la historia del movimiento revolucionario mundial, las concepciones de Lenin en el caso de Cuba tienen toda su vigencia, porque para defender la soberanía de este pequeño país ante las apetencias del norte, si nos dividimos en 30 o 40 partidos la nación cubana se convertiría nuevamente en el garito y burdel de los mafiosos en el Caribe.