Sobre la eternidad de los imperios.

Cicerón ataca a Catilina en el Senado. Fresco de Cesare Macari.

 Por Eduardo

Anónimo:

Te voy a dar una clase de historia. El sistema presidencialista de Estados Unidos es casi una copia al calco de la República Romana. Recuerda que antes de convertirse en Imperio con la derrota de Marco Antonio por Octavio Augusto en la Batalla de Accio, Roma era una república. De hecho la palabra es romana, formada por las palabras latinas res (asunto) y publica (del pueblo). Las diferencias son puramente de nombre en algunos casos. Existía un parlamento bicameral formado por el Senado (igualito que en Yumilandia) y los Tribunos de la Plebe que vendría a ser la cámara de representantes. Los Patricios elegían a los Senadores y los Plebeyos a sus Tribunos. 

Ambas cámaras elegían al equivalente del Presidente en el sistema yanqui que era el Cónsul. La diferencia era que en la Roma republicana los cónsules eran dos, pero podría decirse que el Presidente y el Vicepresidente norteamericanos guardan relación con la costumbre romana de elegir dos personas para los máximos cargos de la nación. 

Cuando la caña se ponía a tres trozos, es decir en tiempos de crisis, el Senado y los Tribunos designaban a algún ciudadano romano con el título de dictator, y le otorgaban poderes absolutos para gobernar. Es decir que en los tiempos romanos, ser dictador no era algo denigrante. La palabra que usaban los romanos para los gobernantes déspotas, era tirano.

De hecho te cuento que decir que Julio César fue Emperador es un error garrafal. El primero en recibir de manera permanente el nombramiento de Imperator fue Augusto. Julio César en su vida algunas veces fue electo Cónsul, inclusive formó con Pompeyo y Craso el triunvirato donde compartió el mismo cargo con sus dos compañeros. Cuando derrotó a Pompeyo en la Guerra Civil se hizo nombrar Cónsul y Dictador perpetuo. Eso le costó la vida, porque los complotados con Casio y Bruto, creyendo que César iba por la onda de restaurar la monarquía lo cosieron a puñaladas delante de la mismísima estatua de Pompeyo. 

De hecho los emperadores romanos técnicamente no eran reyes por herencia necesariamente. Es sabido que los Antoninos elegían a su sucesor entre quienes ellos creían que serían los más adecuados para sucederle. Eso incluyó a los sucesores de Nerva, es decir Trajano, Adriano, y Antonino Pío. Marco Aurelio cometió la torpeza de nombrar a su hijo Cómodo y eso fue una cagástrofe. Y el título nominal de Imperator lo podían usar un vez que fuesen nombrados Cónsules por el senado. Así que técnicamente la República Romana nunca dejó de existir. Aunque claro está, el senador que osara protestar por la elección del emperador como Cónsul, se transformaba en alimento de los pececitos del Río Tíber. 

Los mexicanos a excepción de Pancho Villa no han invadido Yumilandia para atacar Washington. No es necesario; los latinos estamos mudándonos para la “tierra de los libres”. Ya hay hasta dos aspirantes a la presidencia de origen cubano, Ted Cruz y Marco Rubio, los dos derechistas hasta el tuétano, pero trigueñitos de ojos pardos. Lo mismitico le pasó a Roma, que los bárbaros dejaron de ser minoría entre la plebe. Al punto que miles de personas llegadas de las provincias de lo que hoy llamamos Medio Oriente trajeron una nueva religión llamada cristianismo, que con el paso del tiempo se convertiría en la religión oficial del imperio. 

Los imperios, casi sin ninguna excepción, han caído por sus propias contradicciones, y debilidades. Les ha pasado a todos desde Egipto, Asiria, Babilonia, Persia, Roma, el Sacro Imperio Romano Germánico, el Ruso, el Español, el Inglés, el Japonés, el Austro Húngaro, el Napoleónico, y Yumilandia no será la excepción. No existe el imperio eterno. Gengis Kan es el ser humano que más tierra conquistó, o más bien asoló, sin embargo Mongolia es hoy uno de los pueblos más atrasados del planeta. Si los halcones del Pentógono no borran a la humanidad de la faz de la tierra antes, las crisis cíclicas del sistema acabarán por carcomer el stablishment. 

El sistema capitalista mundial hoy tiene al mundo en una crisis económica, política, financiera y hasta ecológica. Están expoliando al resto del mundo hasta dejarlo como un hollejo de mandarina seco. Lo que pasa es que tú no lo notas porque vives en el imperio, pero ya algunas de las fuentes que garantizan el derroche del país donde viven se están agotando. Y como siempre te digo, el asunto de ustedes los cubanos de Miami es que llevan desde el 1960 dando cada año como el último de la Revolución y sin embargo seguimos aquí, firmes como rocas. Es verdad que no somos el país de Jauja, pero el infierno tampoco somos. Me dice mi cuñado que trabaja en el aeropuerto Juan Gualberto Gómez, que vinieron unos Yumas de compañías aéreas, a analizar la infraestructura del mismo porque están pensando traer cada día por esa terminal 10 vuelos directos. Ay compadre, estamos en crisis pero todos están locos por pasar el Telón de Bagazo.