Iglesia de San Pedro Apóstol en Versalles, Matanzas. |
Por Eduardo
Bárbara:
En cuestiones de edad, y de cubanía “de a pie”, le aseguro que soy tan “viejo”, porque tengo 52 años, y tan usuario del transporte público como lo podría ser usted. Le informo que casi no compro en la Shooping otra cosa que no sea el aseo personal, el aceite o alguna que otra cosa para la cual reunimos mi esposa y yo, quilo a quilo de nuestro salario, los reales al decir de los venezolanos para acceder a algún producto. Porque señora mía, soy de esos cubanos que no hace negocios turbios, ni tiene parientes en el norte, y vive de su salario de profesor universitario y el de su esposa.
Tengo una casa que llevo más de treinta años fabricando, que no tiene placa, sino techo de tejas venezolanas, aseguradas con cabilla para que no me las lleven los ciclones. En la placita de mi barrio, hago colas como el más cubano de los cubanos, y sufro además el síndrome del provinciano, que vive en la provincia que más papa produce en Cuba, y ve los camiones de sacos de papa coger por la Vía Blanca en dirección de nuestra sobrepoblada capital. Todavía estoy pagando el refrigerador a crédito, y ahora, después de 26 años de matrimonio, es que mi esposa y yo vamos a comprar, al fin, nuestra cocina de gas, con contrato de botellón liberado a 110 pesos.
Por qué le cuento estas cosas, para que entienda que no vivo en Júpiter ni en la Galaxia de Andrómeda, lo que no puedo evitar el Síndrome del mulatico pobre que nació en una familia creada por una lavandera, en un solar del barrio de Yumurí, donde tengo grabada en mi memoria la imagen de los habitantes de la cuartería levantarse a primera hora a verter las evacuaciones nocturnas depositadas en sus abollados tibores, en la letrina cavada en la tierra, que estaba al final del patio. Lo que pasa es que yo sí no padezco de amnesia, y sé que de no ser por la Revolución, mi vida hubiese sido muy diferente, en vez de haber sido Profesor Universitario, quizás hubiese muerto como un primo de mi abuela, miembro de una padilla gansteril en los años 40 que murió con más de treinta impactos de bala en el cuerpo.
En esta media rueda de vida he podido viajar gracias a mi trabajo, y conozco las tres vertientes del capitalismo, el de los países desarrollados, el de América Latina, y el de los pobres países de África y Asia. Viví en Etiopía dos años y pude ver la diferencia entre nuestra pobreza digna y la verdadera miseria. Aquella en que un día le di un pan a un niño en la calle, y al salir caminando y dar la espalda, otros dos niños le cayeron a palos y piedras para arrebatarle el pan. Pudiera estar toda la mañana haciéndole historias de horror, pero ya sé que a algunos cubanos como usted, escépticos y que creen como los promiscuos sexuales que el SIDA nunca les va a afectar, que nunca le va a tocar lo malo, hablarle de estas miserias, no la van a convencer.
Ojalá que no tenga que haber nunca una hecatombe en Cuba como la que convirtió a Irak, Siria y Libia, de países prósperos con economías pujantes en zonas de conflicto, guerra y desesperación. ¿Usted cree que con la apertura de las relaciones con Estados Unidos, ya los yanquis se olvidaron del diferendo Cuba –EEUU? Si así lo cree es verdaderamente ilusa en política. Muammar el Gadhafi, se paseó por todos los países de la Unión Europea, meses antes de que la OTAN le cayera a bombazos, y con muchos de ellos estableció acuerdos comerciales.
No es que los cubanos tengamos que aspirar a ser un país pobre del Tercer Mundo siempre, porque ese es nuestro lugar en este mundo, nunca lo olvide, pero la idea de algunos cubanos, como usted, de que se llega a niveles de desarrollo como los de los países del Primer Mundo, de manera endógena, sin haber participado en el proceso histórico de acumulación originaria del capital, y los sucesivos repartos del mundo por las antiguas potencias coloniales mediante guerras de conquista, es realmente, y perdone que se lo diga, una soberana ignorancia en el campo de la política y la historia.
Canadá, señora mía, con quizás menos agresividad que el Imperio que le queda al Sur, es también parte del injusto orden económico mundial, que existe a pesar de que usted se niegue a aceptar su presencia omnipresente, porque forma parte de esa porción de países que perciben el 70% de toda la riqueza que se genera en el mundo. Suiza, también es parte del saqueo, porque es depositaria de los capitales que sirven para saquear a nuestros países. ¿Sabía usted que los bancos suizos se apropiaron de las riquezas que en sus arcas guardaron los judíos que perecieron durante el exterminio nazi?
Si usted es maestra, como yo lo soy, le recomiendo que se prepare a profundidad, porque cualquiera puede transpolar sus vivencias de tipo personal en el aula y pensar que está transmitiendo a los alumnos un valioso contenido, y en el fondo lo que está es desinformando. Si Martí, en sus clases para los obreros negros en Nueva York, les hubiese transmitido las injurias que sufrió a manos de los cubanos que compartían con él la causa de la Revolución, no hubiera formado patriotas, porque los hombres se pueden equivocar, pero los que perduran son los ideales.
CONFESIONES DE UN CUBANO EN SU HONDA ACCORD, 2 005
ResponderEliminarYury, esta vez, se presento en el el Motel donde ayer nos habiamos citado. LLego el pastel de frambuesa y con una mirada que cortaba el hipo y la mayonesa, me conto que tenia un enorme problema que me explico brevemente, que estaba muy asustada, pero que a pesar de los inconvenientes no habia querido faltar a nuestra cita.
Yo que la habia visto mal vestida, sin arreglar, y sin pintura, esta vez
me quede boquiabierto contemplando al monumento que tenia delante, como canta Sabina, !Caballero, que sennora!
Fular, chofer, pedrigi, !Mujer querida! Elegancia natural..; y artificial.
Resistiendo la tentacion de llevarla a la era, de mancharle el vestido, para cabtarke al oido reloj no marques las horas, le dije, “Si quires lo dejamos para otra ocasion”
Je, Je, Copio parte de esto, de Elaine Diaz, de la Polemica;
ResponderEliminarTeniendo en cuenta que el próximo inquilino de la Casa Blanca podría ser Trompeta, el gobierno de Cuba se ve forzado a adoptar una serie de medidas que garanticen una migración segura, legal y ordenada. Para ello, el departamento de Inmigración y Extranjería acordó:
1) Otorgar 20.000 visas anuales para ciudadanos americanos que deseen ingresar de manera permanente a la isla escapando del regimen de Trompeta.
2) Establecer una Ley de Ajuste para regularizar la situación migratoria de aquellos que permanezcan durante más de once meses en la isla. La misma incluirá beneficios como el pago del salario mínimo que asciende a 225 pesos durante seis meses, prorrogables por seis meses más, la asistencia en la búsqueda de empleo, sobre todo en los sectores de mayor déficit de mano de obra en Cuba: el corte de caña y el ordeño de ganado vacuno, el acceso gratuito a la educación y a la salud, y el otorgamiento de una carta de racionamiento alimenticio -o libreta- por cada núcleo familiar.
3) Aprobar mediante Decreto Ley una política de pies secos, pies mojados para aquellos ciudadanos americanos que dando muestras de valentía ingresen a la isla por vía marítima. Las embarcaciones no deben superar los seis metros de eslora y sus motores deberán ser anteriores a 1959.
Además de estas medidas, el gobierno cubano valorará la imposición de un bloqueo comercial, económico y financiero a Estados Unidos para asfixiar económicamente al gobierno Trompetista y forzar la renuncia del presidente y de sus seguidores políticos. El periodo de prueba de esta medida será de veinte años, prorrogables tres veces aún cuando no surtiera efecto.
Asimismo, el gobierno de Cuba prohibe a Estados Unidos el uso del CUP y del CUC en sus transacciones financieras.
Tampoco podrá comprar ningún producto o tecnología que contenga más de diez por ciento de piezas o productos originales o ensamblados en nuestro país. Esto incluye el polloporpescado, la pasta de oca, el picadillo de soya, entre otros, que anteriormente se comercializaban a precios preferenciales para el mercado norteamericano.
Nuestro gobierno ratifica su apoyo incondicional al pueblo estadounidense. Trabajaremos en conjunto para fortalecer las voces de la sociedad civil independiente y el respeto a sus derechos humanos.
Lamentamos los profundos trastornos que semejantes medidas puedan ocasionar a la población cubana, pero es nuestro deber permanecer junto a la patria de Lincoln y del hermano Obama en este difícil momento.
Ministerio de Relaciones Exteriores