Logotipos de los Canales de la TV Cubana |
Por Eduardo
En nuestro
país, sí está prohibido el uso de las antenas satelitales, por ahora. En los
años 90 llegó el momento en que todos los barrios se llenaron de las
“palanganas” como se les llamaba vulgarmente. Las transmisiones se pirateaban a
los centros turísticos, que eran quienes bajaban la señal del satélite. No
existía código digital, por complejo que fuera, que los cubanos habilidosos no
decodificaran. Cosa nada imposible debido a que este es un pueblo repleto de
técnicos de todo tipo, y el saber no es en Cuba privilegio de unos pocos, sino
algo muy común y corriente. ¿Qué cosa más rara eh? Sin embargo, los mismos
empresarios extranjeros empezaron a protestar por la piratería. Esas antenas criollas,
que no había manera de esconderlas se veían sobre los techos de las casa. Ahora
son mucho más pequeñas, y en el país hay personas que las poseen escondidas,
enmascaradas en macetas, cubos, y en 50 subterfugios más.
Si de mí
dependiera las autorizaría, y creo que ese momento llegará, como mismo
desapareció la prohibición de la venta de equipos de videos de todo tipo, y de
computadoras. Es muy difícil tratar de bloquear el trasiego de las
informaciones cuando los diferentes soportes magnéticos que existen hoy día,
como los Ipod, MP4 y otros permiten llevar una película de dos horas de
duración en un bolsillo. Pero ni yo soy el Presidente de la República, ni Ministro. Ni siquiera aspiro a ser otra cosa que un buen profesor. Entonces, en una
democracia como la nuestra, que formalmente es representativa (tanto o más que
la norteamericana), con fuertes mecanismos participativos, los que dirigen el
país, reciben en virtud del sufragio popular mayoritario, que no necesariamente
pretende ser unánime, la potestad de trazar las políticas que rigen los
destinos de la nación.
A pesar de
lo que se pretenda decir fuera de Cuba, el gobierno cubano, encabezado por
nuestro General de Ejército Raúl Castro Ruz, ha ido eliminando paulatinamente
regulaciones y disposiciones, tomadas en otros momentos históricos, y que
limitaban muchas cosas que el mismo desarrollo del mundo en que vivimos ha
impuesto a través de la globalización.
Ya somos
pocos en Cuba, los que no usamos los celulares, a contrapelo de que el precio
de las líneas todavía es relativamente alto para la economía del cubano
promedio. Recientemente, nuevas tarifas aprobadas hace unos días, rebajan el
costo del uso de la telefonía celular. Ahora cuando se imparte clases en la
universidad los profesores debemos constantemente hacer llamados a los
estudiantes para que apaguen los mencionados artilugios, los cuales en Cuba se
programan con timbres de Reguetón Duro y Timba de la Charanga Habanera,
o Manolito Simonet. Y de la misma forma en que se están generalizando los móviles,
creo que en determinado momento a las antenas satelitales les llegará su turno.
Gran parte
de las medidas prohibitivas que en algún momento de la historia de la Revolución se han
aplicado responden, en la casi totalidad de los casos, a agresiones bien concretas
del Gobierno yanqui y sus secuaces. Pero hay algo que nunca debiera olvidarse,
si de transmisiones de cualquier tipo se trata. La utilización del espacio
radioelectrónico de un país y el uso de los diferentes tipos de frecuencia es
potestad soberana del gobierno del mismo. En el caso de Cuba, esta máxima no
siempre se ha cumplido. Desde el mismo comienzo de la Revolución el Gobierno
de los EEUU y la contrarrevolución radicada fundamentalmente en Miami, ha
desatado una feroz guerra radioelectrónica, cuyo punto culminante fue la
creación de las mal llamadas Radio y Televisión Martí, las cuales, sin ningún
otorgamiento de licencia por parte del gobierno cubano, se transmiten por
frecuencias de uso exclusivo de Cuba.
¿Somos el
único país que ha bloqueado transmisiones de radio o televisión en su
territorio? Pues no, absolutamente no. Una televisora tan objetiva y veraz,
como Al Jazeera, fue censurada, y limitada en sus transmisiones en países tan
“democráticos” como Estados Unidos de América, Reino Unido de la Gran Bretaña e
Irlanda del Norte, Israel y Canadá, y otros de corte monárquico como Barhein.
Lo que hicieron contra la cadena katarí, Bush y sus aliados no tiene nombre. Les
llegaron a matar varios periodistas. Le bombardearon las oficinas en Irak. Les
hackearon sus Web. Claro, si lo hacen los yanquis no es censura, es otra
expresión de la “libertad de expresión” en versión yanqui.
Y volviendo
al tema ¿Qué se transmite por Radio y TV Martí? Mentiras, tergiversaciones,
historias fabricadas sin otro sustento o prueba que la propia palabra de sus
creadores. No es que lo afirme yo, son palabras del Senador John Kerry,
candidato a la presidencia de los Estados Unidos, en el informe que redactó a la Comisión de Relaciones
Exteriores del Senado norteamericano, que recomienda que ambas estaciones sean
retiradas definitivamente de Miami y relocalizadas en Washington para
integrarse "plenamente" al aparato propagandístico de la Voz de América.
Según el
Senador Kerry informa:
- Además de engañar a su público, lo que les quita toda credibilidad ante su audiencia (no sé a que audiencia se refieren, porque aunque Radio Martí se oye a veces, la TV no se ve, na de ná con naíta, como decía la guajira), ambas emisoras usan "un lenguaje ofensivo e incendiario" que las descalifica.
- Tras 18 años, Radio y TV Martí fallaron "en penetrar de manera sensible en la sociedad cubana o influenciar al Gobierno cubano", confiesa el comité al reconocer el objetivo real de Washington en todas sus operaciones de injerencia realizadas bajo los pretextos de "llevar la democracia" y "defender los derechos humanos".
- Problemas con el respeto de las normas periodísticas tradicionales, una audiencia minúscula, interferencias radiales por el Gobierno cubano, y alegaciones de nepotismo y amiguismo han afectado el programa desde el principio.
Muchas de
las cuestiones que ahora la comisión Kerry, descubre, como el uso de la
mentira, los llamados fundamentalistas al asesinato de nuestro líderes, a la
subversión, la manipulación grotesca de las noticias, es algo que toda Cuba
conoce, y en eso radica la mayor parte del fracaso de esas emisoras. Siempre
subestiman la preparación ideológica del pueblo cubano, y su sentido de la
dignidad. En otra parte del informe se agrega en otra parte que, “las emisoras
deberían además enfocarse en una “programación de calidad”, para competir mejor
con lo que describió como “recientes mejorías en la programación del gobierno
cubano que ahora incluye series tales como Grey’s Anatomy, Friends y The
Sopranos”.
Si la Comisión Kerry,
hace una evaluación similar en el Sur de la Florida, solo Progreso Semanal, no cumpliría con
las mismas valoraciones que se refieren a Radio y TV Martí. Al poner esas
emisoras (Radio y TV Martí) en manos de la mafia contrarrevolucionaria de la Florida, estas asumieron
los mismos códigos y modos de actuar que las WBQBA, Radio Mambí, el Canal 51 y
otras. Ni porque oficialmente eran emisoras federales, evitaron la histeria y
el lenguaje violento y soez. A Cuba y al gobierno cubano, hay que meterle con todos
los hierros, desaparecerlos de la faz de la tierra, volverlos polvo cósmico. No quiero referirme aquí, porque no es el tema que desarrollamos,
a todos los escándalos de corrupción, y el robo de los dineros de los
contribuyentes, que ha existido en esas emisoras.
Por si todo
esto fuera poco, en los últimos tres meses en diversos programas de la serie
televisiva “Las Razones de Cuba”, se han desenmascarado varios planes
subversivos cocinados en las calderas del imperio, destinados a crear en Cuba
redes de comunicaciones fuera del control del Estado. Antenas satelitales
enmascaradas en tablas de surf, sofisticados dispositivos que permiten crear
redes inhalámbricas, teléfonos satelitales, y mucha tecnología de punta en
función de la desestabilización política. Quien desee profundizar en estas
revelaciones podrá hacerlo a través de:
¿Es un
ejercicio democrático violar la soberanía radioelectrónica de un país? ¿En
virtud de que principio del derecho internacional, el gobierno de los Estados
Unidos de América pretende diseñar una programación que socave los principios
del Socialismo en nuestro país? En realidad no les asiste ningún derecho humano
o divino.
Los medios
de comunicación privados o de otro tipo en Cuba no es que estén prohibidos.
Simplemente no existen, ni existirán. Cuba no cambiará su esencia socialista,
porque algunos que quieren practicar la “Libertad de Expresión” en virtud de la Ley del Embudo. La competencia
es difícil, porque los Estados Unidos son el país más poderoso de la historia.
Y sería una estupidez seguirle el juego de caer en una competencia con ellos.
En la antigua URSS, los comunistas, traicionados por el ahora millonario
Gorbachov, se dejaron enredar en la madeja de la Glaznot. Empezaron
a ceder sus periódicos y emisoras a la contrarrevolución, y acabaron por perder
sus espacios hasta en Pravda. ¿A mediados de la Perestroika, que era
la prensa soviética? Un grupo de medios dedicados a destruir sistemáticamente
la historia del país, y todos sus más sagrados símbolos. No quedó nada en pie.
Ahora los rusos, han comenzado a recomponer sus paradigmas nacionales, de los
jirones que le dejaron los reaccionarios en su desenfreno revanchista.
Ellos, los
comunistas soviéticos, subestimaron el poder mediático del imperio, y su
experiencia en el uso de los mismos, lo mismo en campañas publicitarias, que en
la creación de disidentes. Eso fue una de las cuestiones que permitió la
derrota del Socialismo en Europa del Este. Nosotros nunca vamos a ceder
espacios. Y no tenemos porqué. No hemos sido derrotados por el imperio. Así,
que aquí se hace lo que diga nuestro Partido, y nuestro Estado. Simplemente es
así.
¿Que lo que
digo no tiene que ver nada con lo que se piense fuera de Cuba? Es posible, pero
decir otra cosa, sería negar el carácter clasista de la Revolución Cubana.
Los medios masivos cubanos responderán siempre a los intereses del pueblo
trabajador. Al mismo que en la “Historia me Absolverá” Fidel diferenciara de
las clases dominantes. En el camino hacia la construcción del socialismo,
aquellos que han caído en las redes mediáticas que tejen los medios de
dominación masiva del imperio, y han cedido a través de concesiones
unilaterales, no sobrevivieron a la experiencia. Solo a través de la historia,
aquellos pueblos que han sabido mantenerse firmes ante la tiranía de los
imperios de turno, se han ganado su lugar entre las naciones libres.
edu me ha parecido interesante lo que escribiste en este post. si bien es cierto que los medios de comunicacion masiva se han convertido en una via para desartticular y tergiversar la realidad cubana, tambien han sido a la largo de su historia los medios del entretenimiento por excelencia.
ResponderEliminarlos informes como tu bien dices demuestran que tanto tv como radio marti no han podido llegar a la poblacion residente en la isla; pero acaso los cubanos de aca les intersa esta programacion??? creo que no
los cubanos con antenas o sin ellas se dedican a perseguir novelas, series y sohws de todo tipo, claro que la mayor parte solo trasmite mensajes de consumo.
y la TV cubana, como anda. siempre he oido decir que fue durante mucho tiempo la mejor de latinoamerica y ahora como dijera Raúl se caracteriza por lo aburrido y monotono de sus temas. Hay que revisar y cambiar desde los guiones hasta la escenografia, porque en esta isla talento hay de sobra, solo hay que darles oportunidad!!!!
lo mas importante es no perder la esencia de lo que somos y de lo que queremos para el futuro, porque aunque sea una seguidora del show Belleza Latina no cambiare mi forma de actuar y pensar, y como dice un amigo la pacotilla es la pacotilla, no aporta nada de conocimiento pero como entretiene!!!
Amiga anónima:
ResponderEliminarCoincido contigo en casi todo lo que dices. Hasta yo ahora estoy viendo "La Reina del Sur", un ejemplo literario y televisivo de cuanto el narcotráfico está afectando a la sociedad moderna. Y con respecto a la TV cubana, creo que los productores televisivos deberían acudir un poco más a nuestra historia para producir series de calidad. Te pongo un ejemplo, cuando era un niño no me perdía un capítulo de las Aventuras de Nacho Verdecia, mambí de ficción creado por Enrique Nuñez Rodríguez e interpretado por Mario Limonta. Todavía me parece estar viendo a los miembros de la partida del Capitán Nacho Verdecia; Lola la Capitana, Jiquí, el negro gigante que peleaba solo con un garrote del palo que lo nombraba, el Chino Pu Yi, Toñito el Corneta. Creo que empecé amar la historia de Cuba, con las aventuras de los Mambises. Y esos programas se hacían en vivo, con filmaciones en película de 16 milímetros que después se doblaban al aire en el estudio. Sin embargo amiga mía, gastamos el dinero en cosas insípidas como la serie Patricia la de las Flores. Llegué a casa de un amigo, y la hija me dijo, "- Tío, esta aventura está tan tonta que no me gusta. Esto es para retrasados mentales". Y uno se pregunta, si esa misma niñita ve Harry Potter y se queda boba mirando el televisor, ¿Por qué no soporta una aventura fantástica cubana? Y yo mismo me respondía, porque el guión es muy flojo. En fin que es como tú dices hay que ponerle pensamiento, y sentimiento. Creo que talento hay.