jueves, 14 de julio de 2011

La Universidad de Matanzas culmina otro curso.

Cada graduado recibió, su título y el Diario del Che en Bolivia

 Por Eduardo

Cada curso, cuando se acercan las vacaciones de verano, me pongo un poco sentimental. Y la razón en sí, no es porque me cada vez que un curso termina, estaré un poco más viejo. Simplemente se gradúan mis muchachos después de 5 años de batalla, en los cuales nos llegan en la mayoría de los casos, como adolescentes inmaduros, y se gradúan transformados en un ejército de jóvenes adultos, dispuestos a modificar el mundo que los circunda. Por primera vez en la historia de Matanzas, nuestros graduados habrán sido formados en una “Universidad Certificada”.
Durante el mes de mayo la casa de altos estudios, a cuyo claustro pertenezco, recibió la Evaluación Externa del Ministerio de Educación Superior de la República de Cuba, que perseguía como objetivo esencial calificar todos los procesos sustantivos de formación del profesional, y establecer la posición de la misma en el ranking de universidades cubanas. Para ejecutar las acciones de la evaluación, el Ministerio de Educación Superior conformó un cuerpo de inspectores formado por profesores de gran prestigio, y abultado currículo, que ejercen su magisterio en todas las Universidades Cubanas, seleccionados con meticulosa rigurosidad.

Fue una dura prueba, en la cual todos los estudiantes trabajadores defendimos a capa y espada los colores de la Universidad. El ejercicio evaluativo incluyó una auditoria contable general, revisión de la infraestructura, programas académicos de pregrado y postgrado, producción científica, controles al claustro y exámenes integradores a los estudiantes de varias carreras de la UMCC. Para los lectores no familiarizados con la lexicología universitaria cubana, aclaro que un examen integrador incluye contenidos de todos los años académicos recibidos por el estudiante, hasta el justo momento en que se ejecuta la evaluación externa. En el examen integrador se comprueban además, las habilidades que presentan los estudiantes en el uso de la computación, en el dominio de un idioma extranjero (generalmente el inglés), en el conocimiento de las temáticas relacionadas con la protección del medio ambiente, y su cultura económica.
Los exámenes integradores realizados este curso a los estudiantes de la Universidad de Matanzas, calificaron para un 97,3 % de promoción entre todas las carreras evaluadas, que constituyeron el mejor resultado histórico de todas las universidades cubanas sometidas a certificación. En estos momentos, poseen la certificación solo 6 casas de altos estudios en la isla. Ellas son, la Universidad de la Habana, la Universidad de Pinar del Río, la Universidad Central de las Villas “Martha Abreu”, el Instituto Superior Politécnico “José Antonio Echeverría (CUJAE), la Universidad de Oriente, y la Universidad de Matanzas “Camilo Cienfuegos”.
El graduado universitario cubano de estos tiempos, presenta un alto nivel de calificación académica, así como un alto componente científico investigativo y laboral en su currículo. Cuando me recibí de ingeniero mecánico a mediados de los años 80 del siglo XX, el puesto de trabajo de nuestra especialidad consistía en un buró cargado de libros, de las diversas disciplinas de la especialidad, manuales de máquinas herramientas, normas técnicas de diferentes clases, instrumentos de dibujo técnico, como cartabones, reglas T, reglas graduadas, compases, plumas de centro o tiralíneas, reglas de cálculos, y los más afortunados contaban con una calculadora científica o una mesa de dibujo.
Sin embargo, mis estudiantes de Ingeniería, hoy emplean sofisticado sistemas informáticos basados en métodos numéricos como los elementos finitos y volúmenes finitos, que permiten simular el comportamiento mecánico de las maquinarias, piezas o partes de piezas, durante su etapa de diseño, como si se tratara del artilugio real. Los procesos de simulación computacional también forman parte de los Programas de las Disciplinas de Termodinámica, Transferencia de Calor, Mecánica de los Fluidos y otras muchas más. También se han desarrollado softwares, por la propia Universidad de Matanzas, para efectuar los cálculos tecnológicos de diversos procesos de fabricación como son el maquinado, la soldadura y la conformación de metales.
Los estudiantes, emplean las bases de datos alojadas en servidores de Internet, para acceder a la información relacionada con los materiales empleados en la industria de construcción de maquinarias. Están en capacidad asimismo de planificar cualquier tipo de investigación en el campo ingenieril, gracias a que reciben durante la carrera las asignaturas de Diseño Estadístico de Experimentos y Metodología de la Investigación.
El sistema de Unidades Docentes, en las principales empresas de la provincia permite a los educandos adquirir habilidades en el ejercicio de la profesión a la par que van asimilando los conocimientos teóricos. Durante estos últimos dos meses, he tenido que ejercer como tutor de alrededor de 16 estudiantes, cuyas tareas de práctica de producción y proyectos de curso incluyen temáticas del petróleo, la fabricación de coches ferroviarios, fabricación de recipientes a presión, recuperación de piezas desgastadas, etc.
Pero una formación puramente técnica en detrimento de la formación humanística integral, y la creación de valores en los alumnos, nunca será el paradigma de la Educación Superior en nuestra Patria. Las universidades cubanas tienen como misión principal “Garantizar la Universalización de la enseñanza universitaria, desarrollando la formación y superación integral revolucionaria de profesionales y cuadros, la introducción de la ciencia y la innovación tecnológica, la extensión universitaria e informatización, contribuyendo a la masificación de la cultura en la batalla de ideas para el avance de la sociedad cubana”. La Educación gratuita universal es un derecho consagrado en la Constitución de nuestra República, pero la formación en una universidad cubana, tiene un carácter clasista, que los alabarderos de la contrarrevolución cuestionan constantemente.
No nos escondemos para proclamar a los cuatro vientos que trabajamos para formar las futuras generaciones de revolucionarios cubanos, que es lo mismo que decir que; en vez de tecnócratas, pretendemos formar mujeres y hombres de un acendrado patriotismo, espíritu de sacrificio e internacionalismo, entrega, y sentido de pertenencia en el ejercicio de sus profesiones, en cualesquiera que sean las circunstancias durante su vida como profesionales. No lo logramos en el cien por ciento de los casos, pero la mayoría de nuestros jóvenes profesionales permanecerán fieles al espíritu revolucionario de su pueblo, y trabajarán con todas su fuerzas, por el desarrollo económico y social de nuestra Patria.
A todos los que se gradúan durante el curso que ya finaliza, muchas felicidades. Mucho trabajo les espera en el futuro próximo. Sus profesores, padres, y hermanos, confían en ustedes.

Graduados de la Universidad de Matanzas.

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