La Revolución Cubana es única e irrepetible.

 Por Eduardo

Anónimo:

Hace más de veinte años, cuando Boris Yeltsin obligaba delante de las cámaras de la televisión y las risotadas de los presentes, a Mijaíl Gorbachov a firmar los decretos espurios de disolución del PCUS y de la URSS, los capitalistas se refocilaban en su triunfo. Yeltsin se empeñó hasta la saciedad en destruir lo que quedaba de gran potencia en Rusia.

Como dice el compañero Fidel; algún día la historia pondrá a cada uno en su lugar. Sobre todo tomando en cuenta lo que ya se sabe del saboteo al oleoducto en Siberia, y la acción de los órganos de inteligencia y subversión de occidente, debido a numerosas causas no siempre atribuidas al socialismo, los traidores como Yeltsin a los ideales del comunismo entregaron al gran capital la causa de Lenin.

Por esos años, el nipoyanqui Francis Fukuyama lanzó la teoría del Fin de la Historia. Pero se equivocó. El socialismo europeo desapareció, pero en nuestras tierras han surgido procesos revolucionarios cuyos ideales van encaminados a la construcción del socialismo Nuestro Americano, aquel del que José Carlos Mariátegui expresaba que “no debía ser copia ni calco, sino creación heroica”. Si fuésemos a ubicar el momento en el cual se encuentran los procesos en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Nicaragua y algunos pequeños estados insulares del Caribe, integrantes de la Alianza Bolivariana para los pueblos de América (ALBA), pudiéramos asegurar que se hallan en lo que Lenin llamó “Etapa de Tránsito al Socialismo”, en el cual coexisten los dos sistemas. 

 

Esta etapa fue violentada en el caso de Cuba, sencillamente porque la política de agresiones del imperio en contra de nuestra Patria descarriló el curso de los acontecimientos. Cuando se firmó la primera Ley de Reforma Agraria, fue más que suficiente para que Yumilandia se empeñara en serio en derrocar la Revolución Cubana. Sencillamente no podían coexistir con un proceso que trataba de distribuir mejor la riqueza y garantizarle a su pueblo mayores cuotas de felicidad.

Ayer 3 de enero se cumplió un aniversario más de firma por el Presidente Kennedy de la proclama total del Bloqueo Económico, Comercial y Financiero del Gobierno de los EEUU a la República de Cuba. Hace unos días el Presidente Correa en entrevista en la Habana, hablaba del fariseísmo de algunos, como usted ahora, que se dedican a criticar el desarrollo económico de Cuba, sin mencionar siquiera los efectos del bloqueo.

Como siempre digo, si algo se han encargado de demostrar los yanquis con su política de bloqueo a Cuba, es que el socialismo es tan bueno, que un país sometido a una política genocida de exterminio por hambre y enfermedades, puede competir con los países más desarrollados del mundo en índices de salud, educación, desarrollo humano, etc., sin ser derrotado. Yo espero ver un día que mi Patria pueda contar con la libertad, que hasta ahora le ha sido negada de competir con su sistema social de igual a igual, y sin coyundas chantajistas, multas a los que nos conceden créditos, sabotajes económicos, guerras bacteriológicas a nuestras producciones agrícolas y pecuarias, etc. Otro gallo cantaría.

Cuando se cayó la URSS en Miami prepararon las maletas para regresar a la Habana. Era cuestión de horas. Cuando enfermó Fidel en un acto bajo y ruin se lanzaron a las calles a pachanguear. Cuando comencé a bloguear en La Joven Cuba, algunos del bando contra también nos daban unos meses.

Llevan 55 años anunciando la caída de la Revolución Cubana, preparando maletas y deshaciéndolas. El socialismo lo vamos a perfeccionar, a pesar de los deseos de los contrarrevolucionarios de vernos morder el polvo de la derrota. Cuba no es la Unión Soviética, y en nada se parece un cubano a un coreano del norte, como por ejemplo, aunque pertenezcan al sistema capitalista mundial, y sean ambias cumbias culiñanes, poco tienen que ver el gobierno de Arabia Saudita con el de los Estados Juntos.

Cuba es única e irrepetible como el mar que nos rodea. No se nos puede comparar con nada ni con nadie porque aunque vengan ambos del cerdo, “el Chicharrón no es Carne de Puerco”.