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Mujeres cubanas, diputadas a la Asamblea Nacional (Foto Cubadebate) |
Por Eduardo
Mónica:
La Revolución no excluye, y parece mentira que una joven que
ha vivido en este país hable de discriminación, sobre todo si es mujer. Yo
tengo 53 años, y puedo descansadamente ser su padre, y le ruego que me disculpe
que le haya ofendido la expresión de “cubaneo” de “mi niña”, pero le tengo que
recordar que la Revolución Cubana fue la que liberó a la mujer cubana de sus
ataduras patriarcales heredadas del colonialismo y el capitalismo. Hoy día
ustedes, las mujeres son el 49% de la fuerza laboral y más de 52% de la fuerza técnica
del país. Cuando yo era un niño, muchos de los padres de mi generación, algunos
muy revolucionarios por cierto, no querían que su mujer trabajase en la calle,
o que fueran sus hijas alfabetizadoras, o que estudiaran en otra provincia.
Yo le puedo expresar con el conocimiento de causa que me da
el haber sido profesor universitario con 31 años en el ejercicio de la
profesión, que yo sé de sobra que no todos mis estudiantes comparten el ideal
socialista y comunista. Inclusive, algunos revolucionarios no comparten todos
mis puntos de vista porque en definitiva, decía Federico Engels que “la misma
realidad objetiva siempre será apreciada de manera distinta por dos individuos
diferentes”.
Creo también como el General de Ejército que la unanimidad
es un supuesto idílico. Pero una cosa es que cualquier cubano tenga el derecho
de recibir una educación gratuita y de calidad, y la otra es que permitamos que
algunos estudiantes, que pertenecen a organizaciones pagadas desde los centros
de poder y por los enemigos de la Revolución Cubana se dediquen a hacernos la
contrarrevolución en las universidades del pueblo, muchas de ellas creadas por
la propia Revolución, porque nunca olvide que solo existían tres centros de
educación superior en el país al triunfo de la Revolución, donde solo los hijos
de las personas que tenían dinero podían pagar las matrículas.
Si esa muchacha pertenece al grupo de Eliécer Ávila se le
puede formar como estudiante en la UCLV. De hecho tengo entendido que el hijo
de Yoani Sánchez estudia en la Universidad de la Habana. Pero eso no le da
derecho a una mercenaria, porque el hecho de su corta edad no le impide recibir
ese calificativo, porque todos sabemos quién financia a grupúsculo Somos +, a
tratar de confrontar a la mayoría de los estudiantes, que apoyan a la
Revolución. Yo no estoy en contra del derecho de las minorías como ciudadanos. De
hecho cuando uno va a un hospital en Cuba hasta le cambian el corazón y nunca
le preguntan si es comunista o contrarrevolucionario, o si es heterosexual u
homosexual, pero como marxista leninista defiendo la Dictadura del Proletariado
con todo lo que ella implica.
La Dictadura del Proletariado, le recuerdo, es el estado del
período de transición del capitalismo al socialismo, y sus funciones consisten
en que el proletariado usa su poder para para aplastar la resistencia de los
explotadores, consolidar la victoria de la revolución y organizarla defensa
frente a las acciones agresivas de la reacción internacional. Sin embargo la
dictadura del proletariado significa no solo violencia, sino principalmente, la
no violencia.
Decía Maquiavelo que “En una
fortaleza sitiada cualquier disenso ante el enemigo es traición”, y yo le
recuerdo que nuestra invicta isla es eso, una fortaleza sitiada, y aunque
tengamos relaciones diplomáticas con los yanquis, mientras existan el bloqueo y la base naval
no todo estará en su debido lugar.
¿Sabía usted de que Estados
Unidos nos eligió al establecer el bloqueo como su enemigo? Pues si no lo sabe,
le digo que la oscura madeja del bloqueo contra Cuba se redactó basada en la
“Ley de Comercio con el enemigo” de ese país. En el marco de la Guerra Fría,
era injusto pero hasta entendible que nos hubiesen catalogado de tal manera;
pero en las circunstancias actuales sigue siendo una injusticia y no se adecua
a la realidad. Sobre todo cuando desde el punto de vista militar, hasta los
halcones del Pentágono reconocen que Cuba no constituye una amenaza para la
seguridad de los Estados Unidos.
En la Segunda Guerra Mundial,
Estados Unidos perdió miles de hombres ante las tropas alemanas y japonesas. Lo
mismo ocurrió durante la ingloriosa invasión a Viet Nam. Y sin embargo Estados
Unidos no bloquea a esos países, que fueron en algún momento sus enemigos, al
contrario; esos tres países gozan de la famosa cláusula de “Nación más
favorecida en el comercio”. Yo no creo que sea necesario que nosotros en una
guerra le causemos 50 000 bajas a los vecinos del norte, como tuvieron en la
Guerra de Viet Nam, para que nos eliminen el bloqueo. Como decía el Benemérito
de las Américas, Don Benito Juárez, “el respeto al derecho ajeno es la paz”.
Edu, empieza a comprar y acaparar petroleo, gasolina y keroseno que la cosa se va a poner bien fea y esto tiene pinta de periodo especial agudo.
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