Matanzas, Barrio de La Marina |
Por Eduardo
Anónimo:
La suerte es relativa. Lo que para unos es suerte, para
otros es desgracia. Yo no sé qué relación tienes con tu papá, pero yo me
refería al mío, con el que tenía y tengo comunidad de ideales. Yo no le niego a
nadie la condición de cubano, porque en definitiva todos somos hijos de Cuba,
pero yo por ejemplo nunca viviría en los EEUU, porque es el país que como decía
Bolívar ha plagado la América Latina y otros países de miserias en nombre de la
libertad, aunque todos los que han ido para Miami digan lo contrario.
Esas ideas torcidas que tú evalúas de esa manera, son las
que te permitieron a tí estar inmunizado por ejemplo contra más de 10
enfermedades de las que se mueren millones de niños en el tercer mundo, o que
pudieras estudiar y ser un técnico en computación, o que trabajes en una
universidad que antes del triunfo de la revolución no existía en Matanzas, y
que a pesar de que el salario no nos alcance no tengas que preocuparte por
pagar un seguro médico, o que a pesar de todas las ineficiencias de nuestro
sistema, la economía cubana no para de crecer desde 1993, año en el que tocamos
fondo después de la caída del campo socialista.
Yo conozco bien el capitalismo, porque he vivido los tres,
el de África, donde las personas se mueren de hambre delante de tus ojos, y
nadie mueve un dedo, el del primer mundo que lo viví en Alemania, y el
intermedio de América Latina y el Caribe, donde por ejemplo estoy ahora, en
Surinam.
A nosotros los cubanos, los gobiernos del país más poderoso
del Mundo, nos deben más de 60 años de
bloqueo, guerras sucias, incluyendo la bacteriológica, y actos terroristas. Si
tu padre no se arrepiente de haber luchado en el Escambray es porque
seguramente habrá visto caer a muchos hermanos en defensa de la Patria, y
porque seguramente en el capitalismo pasó más trabajo que un forro de catre. Lo
triste es que ahora todas las familias cubanas eran prósperas antes del triunfo
de la Revolución, y eso no es más que una mentira gigantesca.
Yo pudiera darte los datos exactos de cuanta leche y carne
per cápita comían los cubanos de entonces, pero no tengo intención de hacer un
discurso en este post que sencillamente trata de homenajear a un hombre que nació
en el corazón del barrio de La Marina en Matanzas, y que murió tan pobre como
vino al mundo, pero al cual sus hijos, los tres, lo tuvimos siempre como un ser
luminoso. Pero bueno hermano, ojalá algún día dejes de lado los resentimientos
para con tu, papá. Si de algo yo me enorgullezco en la vida es de haber seguido
los ideales de mi viejo, porque lo primero que aprendí de él es que la vida no
es entera, aunque se tenga todo material, sino está basada en el amor a la
Patria y a los pobres de la tierra.
Edu, dijo Bolivar sobre EEUU, que ha plagado la América Latina y otros países de miserias en nombre de la libertad.
ResponderEliminarEchale una ojeda a lo que dijo Carlos Marx sobre Bolivar. Te copio solo un pedacito:
"Tiene frecuentes y súbitos arrebatos de ira, y entonces se pone como loco, se arroja en la hamaca y se desata en improperios y maldiciones contra cuantos le rodean. Le gusta proferir sarcasmos contra los ausentes, no lee más que literatura francesa de carácter liviano. Le agrada oírse hablar, y pronunciar brindis le deleita. En la adversidad, ...se vuelve apacible, paciente, afable y hasta humilde. Oculta magistralmente sus defectos bajo la urbanidad de un hombre educado en el llamado beau monde, posee un talento casi asiatico para el disimulo.