viernes, 28 de diciembre de 2018

Seguimos apostando por las energías renovables.

Energías renovables (Foto Cubadebate)
 Por Eduardo

Yo tengo un amigo que casi no necesita para nada la electricidad de la red energética cubana desde hace años. Vive en el pueblo de Limonar. El gas para cocinar lo produce en un generador de biogás que tiene en el patio. En el techo de la casa, tiene un aerogenerador construido por él a partir de un antiguo molino de viento, dos paneles solares y un calentador de agua. En el tercer piso del Edificio de Facultades de la UMCC, radica el Centro de Estudio de la Combustión y la Energía (CECYEN), de la Universidad de Matanzas. Mis compañeros tienen instalado un sistema mixto compuesto por la red doméstica, un aeroegenerador de 2,5 KW, y 25 KW en paneles solares. Pues un día durante una jornada de Diploma, hubo un apagón, y desde el CECYEN se extendieron extensiones de cables hacia las Facultades de pisos inferiores, para conectar las computadoras y los proyectores que se estaban empleando en las discusiones de las tesis.


De los estudios realizados por los Centros de Estudios, que en las universidades cubanas tienen la energía como objeto de estudio, el futuro de la producción de energía en Cuba, deberá ir encaminado al uso de múltiples tipos de energía, en sistemas mixtos, donde se imbriquen, la generación de electricidad en las grandes termoeléctricas, para ser distribuida por el Sistema Electroenergético Nacional, la generación local en los grupos electrógenos Fuel y Diesel, el uso de la energía hidroléctrica, el biogás, la energía eólica (tanto en grandes parques, como en pequeñas instalaciones), el desarrollo de biocombustibles a partir de la biomasa, así como el empleo de esta como combustible directo, y sobre todo la producción de energía eléctrica en base a la energía solar.
Un dato curioso. Un grupo de compañeros, de la Universidad de Camagüey, han iniciado un estudio que promete resultados muy alentadores. Por lo menos las cifras iniciales así lo indican. Pues se trata de nada más y nada menos, que de emplear el marabú, como fuente generadora de biomasa. Las pruebas de combustión indican que la leña de marabú (su dureza dificulta la producción carbón vegetal), tiene valores superiores, en cuanto a generación de calor al bagazo de caña, y similares a los de la leña de otras maderas. El estudio incluye la renovación de las áreas de marabú, en la misma medida en que se vayan consumiendo, cosa que no es difícil, porque en nuestro país, esa planta no necesita muchos cuidados, para que se extienda en grandes áreas. Ya se está trabajando en el equipamiento para el corte y el procesamiento de la biomasa. En fin, que el justamente vilipendiado marabú, será, según todo parece indicar, unas de las soluciones cubanas, a la generación de energía.
De acuerdo con una información aparecida en Cubadebate, por primera vez Cuba pondrá en marcha una planta de cogeneración de biomasa en el país, a partir de un contrato suscrito con la compañía británica Havana Energy Ltd. De acuerdo con el Grupo Azucarero AZCUBA, comenzará así la aplicación de un programa de mediano y largo plazo para la construcción de 25 plantas de cogeneración de centrales azucareros, denominadas bioeléctricas con biomasa. Andrew Macdonald, presidente de Biopower S.A., aseguró que esta es la primera vez que Cuba ha creado una empresa mixta en el sector y ha sido una negociación necesariamente compleja para establecer una estructura financiera que satisfaga a todas las partes.
Chu Xirang, al frente de la compañía Havana Energy, expresó su satisfacción por estar involucrados en este proyecto, que para Cuba representa un importante imperativo estratégico.
Según la ingeniera Bárbara Hernández Martínez, Directora de la Generación Eléctrica de AZCUBA, el grupo AZCUBA tiene el compromiso de generar el 14% de la electricidad del país, incorporando bioeléctricas hasta el 2030. Para esto inicialmente se seleccionaron 19 ingenios y, después de analizar varios factores, llegaron a la conclusión que son necesarios 22 centrales para completar los 755 megaWatts aprobados en la política.
“En este nuevo proyecto hemos considerado que la potencia del programa de bioeléctricas se podrá incrementar hasta 860 mega Watts, con 25 plantas distribuidas desde Artemisa hasta Santiago de Cuba. Para dar una idea, la industria azucarera cubana genera en la actualidad 37 kiloWatts/horas por cada tonelada de caña que muele; y entrega al país el 15% de la electricidad que produce con biomasa cañera. Por lo que este programa incrementará en más de tres veces este aporte y asegurará la flexibilidad de cogenerar con alta eficiencia en zafra, y en un sistema de condensación de vapor, fuera de zafra”, comentó durante la Mesa Redonda Bárbara Hernández.
Desde el 2014 el grupo AZCUBA ha negociado 11 bioléctricas que representan el 60% de los 755 MW inscritos en la política aprobada. De estas bioeléctricas, cuatro son estatales, con una media de 150 días de zafra; y siete con inversión extranjera.
Los proyectos forman parte de la estrategia de contribuir a cambiar la matriz de generación eléctrica cubana hasta 2030, a partir de las facilidades que brinda la inversión extranjera, y que constituyen políticas del país en la actualización de su modelo económico. Este proyecto pretende erigir una planta de cogeneración de 60 MW, que utilizará el bagazo de la caña de azúcar como principal fuente de combustible.
La generación en las termoeléctricas se está realizando en estos momentos en base a petróleo de producción nacional y gas acompañante obtenido de la explotación de los pozos perforados en suelo cubano. En estos momentos la producción de petróleo cubana se incrementa, y todo parece indicar que la explotación de la zona marítima cubana del Golfo de México, cuando tenga lugar permitirá al país disponer de mayores cantidades de este importante recurso, demasiado útil en estos momentos, debido a la gran cantidad de derivados que se extraen de él, para quemarlo en los motores de los autos. Aun así, el país no renunciará a los estudios que se vienen realizando, para que Cuba, en día, quizás no muy lejano, sea capaz de generar toda la energía que necesita a partir de sus propios recursos. Sé que este artículo, provocará que los defensores de los paradigmas capitalistas, cuestionen algunas de las ideas que expongo, pero como cantaba Lennon, “podrán decirme que soy un soñador, pero yo no soy el único”.

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