No hay proa que taje una nube de ideas.

Matanzas. Biblioteca Provincial Gener y Del Monte.
Foto Ecured

 Por Eduardo

En homenaje a un aniversario más del histórico discurso de nuestro Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz; “Palabras a los intelectuales”, publico una respuesta a un lector que acusaba a nuestro gobierno de censurar la literatura y a los literatos que no responden a la línea ideológica de la Revolución Cubana. Creo que en cuestiones de censura y autocensura en todos los países del mundo todavía pudiera trabajarse mucho más, pero en nuestra Patria no perdemos el tiempo, sobre todo en la actualidad en que las tecnologías hacen casi imposible que la información de todo tipo circule a escala planetaria, estableciendo prohibiciones que de hecho serían poco factibles de aplicar.

Creo que al contrario, los comunistas cubanos cuando nos dedicamos a defender a la Revolución Cubana en las redes sociales y revelamos nuestras experiencias en muchos casos recibimos ataques feroces e intentos de linchamiento mediático. En mi opinión basada en los ya más de 10 años que dedico a divulgar mis ideas en Blogs (primeramente en “La Joven Cuba”, y después en este blog), el solo hecho de mostrar la verdadera cara de la vida del pueblo cubano, en contraste a las falacias y fake news que se divulgan a tutiplén por mercenarios de la palabra, que por menos del bíblico plato de lentejas, al decir del Apóstol José Martí, “le roen el hueso a la patria que los nutre”.

Del ideario martiano aprendimos el valor de las ideas justas y el pensamiento liberador que difiere del neo anexionismo que algunos asumen como divisa. Un apotegma del Apóstol nos guía en el duro camino de la construcción socialista:

“No hay proa que taje una nube de ideas. Una idea enérgica, flameada a tiempo ante el mundo, para, como la bandera mística del juicio final, a un escuadrón de acorazados.”

Anónimo

Error de fondo, yo leí “1984” y “Rebelión en la Granja” cuando solo tenía 18 años, de eso hace casi 40. Los leí sacándolos en préstamo de la biblioteca de la Universidad. Ustedes se empeñan en adjudicarle la dedicatoria al socialismo a libros que fueron inspirados en el horror del nazi fascismo. Típico del ideario norteamericano, donde miles de seguidores de Trump salen a las calles con carteles que rezan que las medidas de aislamiento social debidas a la COVID son expresión del comunismo. O como cuando estando en Venezuela María Corina Machado decía en la Asamblea Nacional que el poder comunal una experiencia que el Presidente Chávez tomó de los pobladores originarios era comunismo, y que nadie se equivocara. Vaya que los líderes de derecha tienen un calibre intelectual similar de Plutarco Tuero y Montelongo Cañón.

¿Y sabes qué? En mi época de estudiante, el Comandante en Jefe en persona mandó a comprar para todas las bibliotecas universitarias del país los libros que no debían dejar de leer los universitarios cubanos. Esos libros vinieron en dos ediciones de lujo, de la primera de la Editorial Porrúa, y la Segunda en una colección llamada Ayacucho, que incluía las novelas de Mario Vargas Llosa que ya era enemigo jurado de la Revolución Cubana. Por cierto del peruano me he leído casi todo, pero mis favoritos son “La ciudad y los perros”, “La guerra en el fin del mundo”, “Pantaleón y las visitadoras”, y la mejor para mí de todas sus novelas “La fiesta del chivo”.

Además de las novelas de Orwell, leí Dr. Zhivago de Boris Pasternak, el Canto Espiritual de San Juan de la Cruz, o Utopía de Tomás Moro entre otros. Por eso es que te digo que no sigas repitiendo las babosadas que repiten en la radio de Miami. Fidel dijo en la Historia me Absolverá que no le diría al pueblo cree, sino lee. Claro que nos enseñó para leer verdaderas obras de arte, no propaganda capitalista barata engendrada por los Think Tanks del imperio. Y es que un cubano no necesita vivir en una urna de cristal. Ustedes decían que cuando los cubanos viajaran por el mundo se acababa la Revolución, y eso no pasó, ni pasará.

Es que de tanto darse un auto cranque despojado de intelectualidad, creen que los comunistas cubanos somos un hato de iletrados, tarados y estúpidos. Nuestra divisa es la frase martiana que reza: “A pensamiento es la guerra que se nos hace, ganémosla a pensamiento”. ¿Cuánto hace que no lees al Apóstol? Yo al menos una o dos veces por semana retomo sus principales trabajos. Nada mal para un propagandista comunista.

Triste y despojada de liderazgo debe estar una causa, cuando su principal vocero es un ser de astracán, cuyo único mérito lo constituye el típico chanchullo chancletero cubano. Pero que se le va a hacer, si es que Miami no engendra ciencia, pensamiento, y mucho menos arte, porque casi todos los artistas que pululan en su televisión mercantilista, se formaron en las escuelas de arte de la isla.

De la república angelical que nació un 20 de mayo de 1902, estoy escribiendo un post, así que no te respondo ahora.