En Cuba, lo mucho o lo poco es para todos por igual.

Miguel Mario Díaz - Canel Bermúdez,
recién electo Primer Secretario del Comité Central
del PCC. (Foto: Cubadebate)

 Por Eduardo

Anónimo:

Allá por los años 90, cuando en este país teníamos apagones de 12 y 16 horas, y comíamos el arroz sin aceite, al punto de que en mi casa eso se volvió costumbre; los que se iban cuando Fidel tomó la decisión de no frenar las salidas ilegales del país; y que se montaban en lanchas de pescadores de las que desde mi niñez bamboleaban en los ríos San Juan y Yumurí cuyos dueños las vendían muy gustosos a muy buen precio a los emigrantes, se viraban para los curiosos y les gritaban: - Quédense en esta isla de m… que yo me voy pal Yuma. O de manera irónica: - El último comunista que quede que me apague las luces del barrio.

Era la época en que un insípido sonero cantaba que “ya vienen llegando”, algo que por supuesto no sucedió, al punto que el antes mencionado sujeto ni siquiera salió de Miami. Esos sucesos, en los cuales nuestro país soportó el impacto brutal del inhumano bloqueo económico, comercial y financiero norteamericano, sumado al bloqueo multiplicado que significó la caída del campo socialista de Europa Oriental, sucedieron hace ya más de 20 años. A contrapelo de los efectos nefastos del Período Especial nos fuimos desarrollando en muchas esferas, cuestión esta que provocó, sobre todo después de la llegada al poder de Trump, un recrudecimiento del bloqueo con más de 260 medidas en contra del pueblo cubano. 

Sin embargo, la Revolución Cubana, renovada y con una dirección de mujeres y hombres que nacieron después del triunfo revolucionario del 1ero de enero de 1959 continúa firme como un obelisco de hierro meteórico. El recién concluido 8vo Congreso del PCC marcará la historia de nuestra Patria como el evento en que la generación histórica que hizo la Revolución Cubana, entregó las invictas banderas del socialismo a la nueva hornada de revolucionarios y comunistas cubanos.

Desde los años 1990, en virtud de los acuerdos migratorios, los Estados Unidos se comprometieron a otorgar anualmente un total de 20000 visas para emigrar a ese país. Sin embargo la administración Trump no solo eliminó todo vestigio del llamado plan para la reunificación familiar, sino que además eliminó las visas familiares, los vuelos directos a provincia y otras brutalidades dirigidas fundamentalmente a crear en Cuba las condiciones para llevar a cabo una Revolución de Color de acuerdo al famoso Manual del Golpe Suave escrito por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos. Como siempre dirás que lo que expreso es propaganda, pero imagino que debe ser muy difícil para ti, y cada día te será más difícil hacer creer esas matrices de opinión de que las medidas yanquis no son en contra del pueblo cubano, sino del gobierno “castro comunista”.

Los verdaderos patriotas cubanos sabemos dónde están y quiénes son sus enemigos. Algunos que emigran, y a quiénes realmente no les interesaba la política en Cuba, son prácticamente extorsionados en ese país donde no solo tienen ahora que vivir con la zozobra de los tiroteos, la droga y la inseguridad en las calles de Miami, sino que pobres de ellos si se atreven a disentir en contra de lo que propaga la extrema derecha cubano americana.

A pesar de ello ni Cuba es el mayor emisor de emigración hacia Estados Unidos, ni nuestra tasa de emigración es tan alta como en otros países donde ni hay bloqueo yanqui, ni existe una “dictadura” o como les gusta llamar a los yanquis “un régimen castrista”. Hace unos días salió de Tegucigalpa una nueva caravana de migrantes rumbo a los Estados Unidos. Biden como buen político cambió sus promesas de campaña de que iba a transformar la política migratoria y lo que ha ordenado en definitiva es tremendo cierre de fronteras. 

Hasta los cubanos, quienes gozaban de tratamiento especial en virtud de la criminal Ley de Ajuste Cubano, ya no están siendo recibidos tan fervorosamente en ese país. En definitiva, la mayoría de los cubanos emigrantes hacia los EEUU deben agradecer a la Revolución Cubana el tratamiento especial que les ha permitido a la gran mayoría no ser indocumentados como los mexicanos, los salvadoreños, los hondureños, y los demás latinoamericanos y caribeños.

Y con tu aseveración de la vergüenza que para nosotros representa la libreta de abastecimiento para los cubanos, de verdad que creo que deberías informarte algo más que con los programuchos de los youtubers anticubanos. Deberías, por ejemplo, ver el documental de Tristán Bauer, “Tierra arrasada”, sobre los efectos de las políticas neoliberales del gobierno de Mauricio Macri en la población argentina y el incremento de la pobreza extrema y el hambre.

O preguntarles a los indígenas de la Amazonía Brasileña, a quiénes Jair Bolsonaro les quitó la atención médica que le ofrecían nuestros médicos y hoy mueren a montones por la pandemia de la COVID-19 si rechazarían algo como la libreta de abastecimiento. O a los pobres haitianos que están siendo masacrados en las calles por un aspirante a seguidor del clan de los Duvalier.

Me recordaste a uno de los malos cubanos que desde las redes sociales atacan a Cuba y los cubanos en una de sus directas hace unos días hablando de como los países latinoamericanos tienen resuelto el problema del hambre. Según él cualquier latinoamericano entra en un supermercado, se surte de todo lo necesario y lleva una vida como en el reino de Jauja. Habría que preguntarles a esos niños de la calle que en las calles de Bogotá o de México DF, limpian parabrisas por unas monedas a riesgo de su vida como transcurre su diaria existencia. Nosotros no tenemos niños de la calle, porque sencillamente en Cuba, nada es más importante que un niño. Hasta un contrarrevolucionario militante como tú, si te criaste en la isla debías saberlo. Y si lo niegas es porque no haces otra cosa que usar la mentira para negar una verdad evidente.

¿Quieres que te diga algo? Ahora que nuestro país enfrenta la pandemia, nuestra población pide que muchos de los productos que se distribuyen en las tiendas que antes funcionaban en CUC pasen a la libreta de abastecimiento. En Matanzas a cada familia el gobierno ha entregado una tarjeta con un código QR que garantiza que cada 45 días la población matancera pueda acceder a todas las mercancías que se expenden.

El pollo, que se distribuye en mayores cantidades tiene un plazo de compra de 30 días. Y es que el asunto es que en Cuba, lo mucho o lo poco que exista en este país, debe ser recibido por cada uno de nuestros ciudadanos por derecho, inclusive hasta los famosos falsos huelguistas de hambre contrarrevolucionarios están recibiendo su cuota, y por cierto no renuncian a ella. Eso lo sabe nuestro pueblo. Y otros líderes de la “oposición”, cogen hasta nuestro querido café Hola, mientras en Miami hacen lobby para pedir más desgracias para el pueblo cubano. Así que tus “líderes” no están haciéndote mucho favor con esa actitud en contra de la libreta de abastecimiento.

Si bien los cubanos no hemos logrado el autoabastecimiento al 100%, sí nuestra agricultura genera gran parte de los alimentos del pueblo, y emplea el estado cada año alrededor de 8000 millones en comprar lo que no se produce en el país. ¿Y qué hacen los malos cubanos como tú? Reírse de las necesidades del pueblo que los vio nacer. Por eso no podemos darles el gusto de rendirnos por un plato de lentejas. Mi abuela diría que no hay peor astilla que la del mismo palo. Y todavía tienen la desvergüenza de querer darnos lecciones de democracia. No hay moral en ustedes, ni en los que les ordenan denigrarnos.