Orlando:
Cuando
dos países de diferentes niveles de desarrollo comercian, siempre la economía
del más poderoso por si sola deberá salir beneficiada, a menos que existan
mecanismos de compensación, como los que existieron en el comercio entre los
países del CAME, o lo que existen en los convenios comerciales ejecutados en el
marco del ALBA, empleando el SUCRE. En la historia de Cuba, es famosa la
conquista del Diferencial Azucarero, en virtud del cual si aumentaban el valor
de las mercancías norteamericanas, el precio de venta del azúcar cubano
aumentaba. La destrucción de la agricultura mexicana, como resultado de la aplicación
del Tratado de Libre Comercio, es un ejemplo de cómo no puede existir libre
competencia entre economías dispares.
El
maíz cultivado por los campesinos mexicanos, a la usanza de los tiempos de
Porfirio Díaz, no pudo resistir la competencia del maíz transgénico, cultivado
con tecnología de punta, y subsidiado de los granjeros yanquis. Cuando los
brasileños estaban ganando terreno con sus computadoras baratas y de óptima
calidad el mercado yanqui, enseguida les aplicaron unos impuestos de entrada a
EEUU, que las sacó de la competencia con Intel, IBM, Apple, y otros consorcios
del Silicon Valley.
En
fin Orlando, que el comercio leal y justo no existe, pero existe el comercio.
Lo que pasa es que a Cuba los EEUU no les quieren permitir ni aún el mercado
desleal, porque aunque los países del Tercer Mundo salen perdiendo en este
orden económico injusto, si el gobierno del país logra una política buena de
administración, entonces es posible crecer económicamente.
Argentina
ha pasado a ser el segundo país de más rápido crecimiento económico del mundo.
Sin embargo nunca los gauchos han sido beneficiados con la cláusula de “Nación
más favorecida” que otorga el Gobierno Yanqui. Es más, hace años que los
europeos gravan onerosamente las exportaciones de carne de la Argentina a
Europa. Es una prueba de que es posible el crecimiento económico en condiciones
del intercambio desigual. Pero a Cuba no se le quiere permitir ni eso. Como
dicen los propios documentos yanquis desclasificados.
El
objetivo del bloqueo es impedir que la economía cubana trabaje en condiciones
normales. No es lo mismo comprar arroz en Viet Nam o China, que en los EEUU.
Solo por concepto de pago fletes las pérdidas de nuestra economía son
millonarias. Siendo Yumilandia uno de los mayores productores de acero del
mundo, capaz de asimilar la totalidad de la producción del níquel cubano, cada
país que le vende acero a los EEUU, debe probar que el mismo no posee ni un
miligramo de níquel cubano. Entonces Orlando, no existe un aspecto de la vida de
este país donde el bloqueo no nos haga la vida un batido de plomo.
Es
por eso que el pueblo cubano desprecia tanto a los mercenarios como tu amiga la
flaca, porque reciben financiamiento y dinero del mismo gobierno que nos niega
lo que es derecho de todo pueblo, comercial aún en las condiciones más
difíciles. Y no me digas que es un asunto entre dos gobiernos. Las leyes
Torricelly y Helms Burton, que afectan a terceros países, echan por tierra
cualquier cuento de camino de que el bloqueo es una cuestión bilateral.
El problema con el bloqueo o embargo (como más guste) es que no justifica las ineficiencias y las barbaridades internas, al contrario las agrava:
ResponderEliminarYo como ciudadano cubano, no puedo hacer más que pedir que cese una política que no hace nada, no logrará nada y no puede ser más inhumanamente tonta.
Pero como ciudadano cubano me siento en todo el derecho de pedirle cuentas a los que han aplicado políticas cuyo final ha sido la ineficiencia y la desidia. Los que sabiendo que tienen a un tipo empeñado en joder, bien fuerte y bien cerquita, han botado los centavitos que teníamos.
S@lu2 wzaldivar
Eduardo, ¿cuál es tu apellido?
ResponderEliminar