Un consejo sano; no te calientes los metales.

En la Sierra Maestra, Vilma, Fidel, Raúl y Celia. (Cubadebate)

 Por Eduardo

Al señor Ramón que paradójicamente lleva el apellido de nuestros líderes solamente expresarle que Fidel y Raúl tienen millones de seguidores en el mundo y que sobre todo supieron en su vida mantener nuestra bandera, la de la estrella solitaria durante más de 50 años enhiesta frente al poder del mayor imperio en la historia de la humanidad. Si solo fuese por eso, merecerían el respeto de todos los nacidos en esta tierra. No porque se repitan sandeces, la historia se puede cambiar.

Cuando al General Charles de Gaulle le advirtieron sobre la posibilidad de que los generales que se le habían sublevado en Argelia desembarcarían en el sur de Francia para derrocarlo, su respuesta fue: - No tenga temor, si esos que se han sublevado fueran como Fidel Castro estaría preocupado, pero por desgracia para ellos, ninguno es Fidel Castro. Resulta risible como los apátridas cubanos en su afán de denigrar a Fidel inventan cuentos como los que expone el señor Ramón Castro. Como dice un viejo adagio castellano, las mentiras que se venden como verdades, no pasan de ser mero consuelo de tontos.

Como soy negro y nací en un solar le recuerdo a mi hermano de raza, que en mi ciudad natal, Matanzas, los negros no podíamos sentarnos en la Glorieta del parque de la Libertad, sino que debíamos, "sacarle la rosca al parque por la periferia". Mi papá no podía entrar a bañarse en la Playa de Bueyvaca porque era mulato. Tampoco podía entrar a bailar en el Liceo, que por cierto era una sociedad mutualista de blancos pobres, porque sencillamente era mulato. Por ello tenía que cada fin de semana ir a bailar a la Unión Matancera que era la sociedad mutualista de negros y mulatos.

Esa era la sociedad cubana de finales de los años 40 y de los 50. Parece ser que el señor Castro pretende ignorar esas manifestaciones de apartheid caribeño que se daban en esta tierra. A los pobres de esta isla, la Revolución de Fidel nos sacó del pantano. En lo personal, dudo que hubiese podido estudiar una carrera universitaria, llegar a ser profesor universitario o Doctor en Ciencias Técnicas. Mi destino, como el de otros tantos niños nacidos en Simpson y La Marina quizás hubiese sido el ser pobre de solemnidad en el mejor de los casos, o en el peor el de convertirme en delincuente, narcotraficante, o acabar muerto como un primo de mi mamá con más de 30 perforaciones de bala en una riña entre pandillas.

No sé de dónde le viene a usted la gusanería, porque salvo el famoso Senador Alfredo Hornedo, que financió la construcción del Teatro Blanquita, hoy Carlos Marx, no hubo en Cuba negros millonarios, sino millones de negros cubanos pobres. En aquellos tiempos, los peloteros y los artistas, como Benny Moré, no ganaban tanto dinero, aunque fuesen famosos. Fidel está muy por encima de sus insultos e infamias. Como decía el Comandante Chávez cuando le atacaban los diputados de la derecha en la Asamblea Nacional, “el Águila no caza moscas”. Fidel ha sido tan grande como político y estadista que le ganó por una mano la Crisis de Octubre a un hombre tan brillante como John Fitzgerald Kennedy. Mientras los rusos tuvieron que dejarse revisar sus barcos en alta mar, el Comandante expresó que a Cuba no la revisaba nadie, y que tenían que venir en son de guerra si querían poner un pie en Cuba. Ese es nuestro líder, pobre compatriota confundido. ¿Tienes algún líder o un hombre entre las filas de la gusanera a quién puedas poner a su altura? ¿O es que solo repites como papagayo lo que te orientan? ¿Eres de los que recibes dinero del que destina la USAID a promover un “cambio de régimen en Cuba? Bueno, tú sabrás.

Trata de no calentarte tanto los metales con los revolucionarios cubanos; deberías saber por haber nacido en Cuba, que si los yumas no han podido tumbar la Revolución y han tenido que sentarse en una mesa con nosotros de igual a igual, no van a ser ustedes sus secuaces los que nos pongan a perder nuestras preciosas horas de sueño.

PS: Buena manera de referirte a tu propio pueblo como la plebe cubana, por cierto que es con b como lo escribo yo, no con v. También deber recordar que se escribe Iba (del infinitivo ir) no iva.