Lenín que no es lo mismo que Lenin.

Lenín Moreno detruye el legado de Rafael Correa
(foto Visión Tunera)

El caso de Lenín Moreno debería ser objeto de estudio por parte de todos los que defendemos que un mundo mejor es posible y pretendemos desde la izquierda construir una alternativa al capitalismo salvaje y neoliberal. Quizás solamente su trayectoria podría ser comparada con la de otro abyecto traidor proveniente de las filas de la izquierda latinoamericana, la del antiguo canciller de Uruguay bajo la presidencia de Pepe Mujica, el nefasto Luis Almagro.

Lo primero que me llamó la atención en su caso fue la acentuación en la i de su nombre de pila, que no tiene raíces castellanas, y que evidentemente le fue asignado por su progenitor, Servio Tulio Moreno, quien fue senador y diputado por la provincia de Ambato en 1994 por el partido izquierdista Concentración de Fuerzas Populares, en homenaje al creador del primer estado de obreros y campesinos del mundo, Vladimir Ilich Ulianov, conocido mundialmente por su nombre de batalla “Lenin”. En español Lenin se escribe sin tilde. Como se sabe este seudónimo se deriva del nombre del río ruso Lena.

Recuerdo ante la evidente urticaria que al personaje objeto de análisis le debe causar que lo identifiquen con el gran revolucionario, mi propia historia familiar. Mi abuelo, comunista desde su juventud, en las décadas de los años 20 y 30 del siglo XX nombró a sus hijos con nombres de revolucionarios rusos y chinos, de acuerdo a la pronunciación castellanizada que se empleaba en Cuba. Mi tío mayor se llamó entonces Bladimiro, en homenaje a Bladimiro Lenine que era como se le llamaba a Lenin por parte de los comunistas cubanos. Otros tíos y tías corrieron igual suerte como Fedor (Fiodor), Dimitri, Raysa, y Sonia. Mi papá se llamaba Boris.

De tal forma la tilde de Lenín en vez de Lenin, en mi opinión no es otra cosa que otra manifestación de su conducta traidora. Detenerme en sus traiciones sería una tarea ardua y dolorosa. Desde que llegó a la presidencia no ha parado en mientes para desmontar las conquistas logradas por el gobierno del Presidente Rafael Correa a la cabeza y de su partido Alianza País, el cual lo expulsó de sus filas por su conducta entreguista y genuflexa.

Su hipócrita “batalla contra la corrupción”, que de manera similar al caso de Luis Inacio Lula Da Silva en Brasil, no es más que un pretexto para demonizar a los líderes progresistas latinoamericanos, está dirigida contra todos los líderes de la Revolución ciudadana. Jorge Glass que le acompañó en su campaña electoral y que resultó electo su vicepresidente guarda injusta prisión acusado de corrupción sin prueba alguna. El propio Rafael Correa también ha sido víctima de su política revanchista. El último hito de la desvergüenza fue el intento de acusar a la actual Presidenta de la Asamblea General de la ONU María Fernanda Espinosa antigua canciller de Ecuador.

Sin embargo como el que tiene tejado de vidrio no le puede tirar piedras al vecino, al señor Moreno le salió el tiro por la culata y recientemente se reveló la existencia de cuentas bancarias relacionadas con su persona y familia en paraísos fiscales en el llamado escándalo Ina Papers. El presidente ecuatoriano se ha rasgado las vestiduras y ha rechazado las acusaciones, pero como decimos en buen cubano, el discurso de Lenín “huele a quemao”.

No se puede pasar por alto el hecho de haber entregado a los británicos a Julian Assange tras retirarle el asilo político y la ciudadanía ecuatoriana que les habían sido otorgados por el gobierno del presidente Correa, y la entrega de las computadoras y teléfonos del activista australiano a los órganos de inteligencia de Yumilandia.

Lo último en la carrera de entreguismo de este nefasto personaje lo constituye el ofrecimiento del aeropuerto de las Islas Galápagos Patrimonio de la Humanidad para que Estados Unidos utilice, de forma limitada, el aeropuerto de las islas Galápagos en caso de emergencia o en misiones contra el narcotráfico u otras actividades ilegales.

La polémica se había levantado días antes, cuando, a finales de mayo, el ministro de Defensa, Oswaldo Jarrín, dijo que Estados Unidos adelantaría la ampliación del aeropuerto de la Isla de San Cristóbal, (parte del archipiélago de las Galápagos), y aseguró que las islas eran un "portaaviones natural".

Las dos declaraciones causaron revuelo, en un país que ya sabe por su experiencia con la antigua base aérea de Manta, lo que implica una base militar yanqui en su territorio, por lo que el ministro de Defensa se vio forzado a aclarar que estas habían tenido una "mala interpretación". Las pobres tortugas de las Galápagos, tendrán quizás que convivir con las aeronaves de guerra norteamericanas.

Lenín Moreno está concentrado en hacerles favores a los imperialistas. Pero no debería olvidar nunca el lugar que desde Judas a la fecha la historia reserva a los traidores al pueblo.