Algunos no acaban de aprender las lecciones de la historia.

Fidel, Raúl y Camilo en la Sierra Maestra.

 Por Eduardo

El Secretario de Estado de los Estados Unidos de América y Ex Director de la Agencia Central de Inteligencia, el señor Mike Pompeo, acaba de anunciar el pasado miércoles 6 de junio de 2020, nuevas medidas encaminadas a recrudecer el brutal bloqueo económico, comercial y financiero del gobierno de su nación contra Cuba. De acuerdo a su anuncio se incluyeron en la ya larga lista de entidades cubanas sancionadas por ese órgano del poder ejecutivo norteamericano: la entidad financiera Fincimex, tres hoteles, dos centros de buceo y un parque marino para turistas.

De inmediato, mediante sendos twits, nuestro Presidente Miguel Díaz – Canel Bermúdez y el Canciller de la República Bruno Rodríguez Parrilla rechazaron enérgicamente las nuevas sanciones, cuyo objetivo no es otro que el de doblegar la férrea voluntad del pueblo de Cuba en su defensa de los principios sagrados de autodeterminación, independencia nacional en todos los órdenes ,y del derecho a construir una sociedad socialista, aunque esta idea no les guste mucho a los actuales gobernantes de la Nueva Roma y sus no tan fieles servidores.

Cuando un ser humano ha vivido toda su vida en una nación bloqueada, sobre todo si ese país, como Cuba, desde que los padres fundadores nos lanzaron a la manigua, siempre ha tenido a lo largo de su historia que enfrentar enemigos muy poderosos, y si como siempre ha sucedido a los largo de ese largo batallar, a cada agresión solo respondemos luchando, las medidas del señor Pompeo ni le asustan, ni le harán renunciar a defender la causa revolucionaria. Como expresara el Apóstol de nuestra independencia y Héroe Nacional en el periódico Patria en su artículo “El tercer año del Partido Revolucionario Cubano”, publicado el 17 de abril de 1894:

“Un error en Cuba, es un error en América, es un error en la humanidad moderna. Quien se levanta hoy con Cuba, se levanta para todos los tiempos. Ella, la santa patria, impone singular reflexión; y su servicio, en hora tan gloriosa y difícil, llena de dignidad y majestad. Este deber insigne, con fuerza de corazón nos fortalece, como perenne astro nos guía, y como luz de permanente aviso saldrá de nuestras tumbas. Con reverencia singular se ha de poner mano en problema de tanto alcance, y honor tanto. Con esa reverencia entra en su tercer año de vida, compasiva y segura, el Partido Revolucionario Cubano, convencido de que la independencia de Cuba y Puerto Rico no es sólo el medio único de asegurar el bienestar decoroso del hombre libre en el trabajo justo a los habitantes de ambas islas, sino el suceso histórico indispensable para salvar la independencia amenazada de las Antillas libres, la independencia amenazada de la América libre, y la dignidad de la república norteamericana. ¡Los flojos, respeten: los grandes, adelante! Esta es tarea de grandes.”

Es evidente que ni el Sr. Donald Trump, ni Mike Pence, ni Mike Pompeo deben conocer el alcance del legado martiano y fidelista en el estoico espíritu de resistencia del pueblo cubano. Identifican a la nación cubana con determinados seres que olvidaron que no hay nada más deleznable que un traidor a su Patria, y un mercenario que al servicio de una potencia extranjera agresora apoya medidas en contra de su propia nación y de su pueblo.

Ellos podrán cacarear que apoyan las infamias en contra de la nación cubana porque están en contra de que el sistema político que existe en Cuba es el socialismo, y que desean para Cuba una “democracia representativa” copia y calco de la existente en el país al que sirven en cuerpo y alma; pero la cruda realidad es que la gran mayoría de ellos no son otra cosa que mercenarios que reciben financiamiento del país que lucha por desparecer el molesto hueso que tiene el Tío Sam atragantado en su garganta por casi 61 años. Atacan ahora a nuestros dirigentes desde las redes sociales, con toda clase de infundios y falacias. No piden siquiera una tregua para Cuba, ellos que se dicen tan patriotas, ahora que nuestro país libra una dura batalla en contra del nuevo coronavirus SARS – COV – 2, al contrario apoyan a los señores que ahora detentan el poder el poderoso país norteño en su política de agresiones contra la isla irredenta.

Si en Cuba los medicamentos desarrollados por nuestra industria biotecnológica han logrado que el 85% de los pacientes críticos y graves se hayan salvado (en el mundo solo se salva el 20% de los que entran en las UCI), se buscan un grupo de expertos, casi todos médicos “disidentes”, que sin prueba clínica alguna plantean que por ejemplo, el Interferón Recombinante Alfa – 2B, no es otra cosa que miroldo (para los no cubanos una bebida tradicional cubana compuesta por agua con azúcar prieta o no refinada). Si el Ministro de Economía anuncia que se crearán cuentas bancarias en cada municipio adonde cada cubano deseoso de hacer donaciones deposite el dinero que desee para ayudar al municipio en la producción de alimentos, tergiversan su intervención inventando que nuestro gobierno está pidiéndole dinero al pueblo.

Para aquellos que sueñan, por ejemplo, que el sector privado cubano, se convertirá en punta de lanza en contra de la Revolución, los últimos días han dejado bien claro que nuestros trabajadores por cuenta propia sienten por la Patria tanto como el resto del pueblo cubano vinculado al sector estatal de la economía. Hoy 6 de junio de 2020, pude observar un reportaje en nuestro Noticiero Nacional de Televisión donde el dueño de un restaurante y sus trabajadores cocinan almuerzos y cenas para un número considerable de ancianos en uno de los Consejos Populares de la Capital, los cuales reparte el propio dueño de la Paladar en su carro particular. No contento con esto donó a una de esas cuentas bancarias tan vilipendiadas por los tergiversadores, un monto de 30 000 CUP. Toda esta labor la ha realizado en coordinación con las autoridades gubernamentales y las organizaciones del barrio como los CDR, la FMC, los núcleos zonales del PCC, y otras.

Y retomando la idea inicial de este trabajo, creo que es bien curioso que la administración del señor Donald Trump, cuya gestión de la pandemia de la COVID – 19 acaba de ser descalificada por muchas personalidades de ese país, que incluyen al anterior Presidente Barack Hussein Obama, que no parece tener en sus manos la solución a la crisis económica que ya existe en el imperio norteño, con más de 40 millones de personas que han perdido sus empleos, con una revuelta popular en contra del racismo sistémico en ese país desatada por el asesinato delante de las cámaras del afroamericano George Floyd, no cesen en su habitual costumbre de aplicar sanciones en contra de aquellos países cuyos gobiernos no son de su agrado.

Pero parece ser que los Secretarios de Estado de los Estados Unidos a lo largo de la historia han ideado fórmulas cada uno de ellos de apoderarse de Cuba para sus fines imperiales. Sería bueno investigar el papel de esas personas en esas pretensiones, y la respuesta popular de los cubanos a cada uno de sus inventos. John Quincy Adams aparece como el inventor de la Teoría de la Fruta Madura, que siempre le ha resultado indigesta al voraz apetito de país imperialista.

Elihu Root, inventó la Emmienda Platt y se la facilitó al Senador Orville Platt para que con la aprobación del Congreso de la Unión, la República de Martí fuese trastocada en una de las primeras neocolonias de la Era Contemporánea. Pero hay un caso histórico que es bueno mencionar, porque quizás se trate de la primera vez en que nuestro Comandante en Jefe diera una respuesta diplomática a un Secretario de Estado norteamericano.

Corría el año 1958, la cruel dictadura de Batista se tambaleaba a pesar de la enorme superioridad en hombres y armamentos en relación con el Ejército Rebelde. El 20 de octubre de ese año, el pelotón E de la Columna 10 del Ejército Rebelde “René Ramos Latour” al mando del entonces Capitán del Ejército Rebelde Fernando Vecino Alegret, preparó una emboscada al Ejército Batistiano en las cercanías de la ya cercada ciudad de Santiago de Cuba. En vez de la agrupación enemiga que esperaban emboscar se apareció un camión de la entonces refinería Texaco. El Capitán de la tropa ordenó confiscar el camión, y retirar de la zona de la emboscada a los civiles en dirección a la Comandancia de la Columna 10. Dentro de ellos se encontraban dos norteamericanos, Charles Richard Benett, y Kenneth H. Drews. Todos ellos fueron tratados con la cortesía y el respeto a su integridad física que caracterizaron siempre la actuación del Ejército Rebelde.

Este hecho tuvo trascendencia internacional, debido a las declaraciones que hizo en aquel entonces el Departamento de Estado, dirigido en aquellos años por el acérrimo anticomunista John Foster Dulles, a través de su vocero Lincoln White. Esta declaración, realizada el 23 de octubre, horas antes de que los dos norteamericanos y ocho cubanos fuesen puestos en libertad expresaba en uno de sus fragmentos:

“Este es el último incidente en el que las fuerzas rebeldes, encabezadas por Fidel y Raúl Castro, en la provincia de Oriente, en Cuba, han demostrado tal irrespeto por los derechos humanos de los ciudadanos norteamericanos dedicados a actividades legales y pacíficas”.

Las declaraciones incluían además amenazas de una intervención en el conflicto cubano de tropas del país norteño y una nueva ocupación militar de nuestra Patria por parte de los Estados Unidos.

La respuesta de nuestro Comandante en Jefe no se hizo esperar. Se transmitió por Radio Rebelde en la emisión de las 8.00 de la noche del día 25 de octubre de 1959. Po su extensión reproduzco solo algunos fragmentos:

….“Pues bien: aprovechándose inmediatamente de este incidente, buscando el menor pretexto para inmiscuirse en los asuntos internos de Cuba, Lincoln White, vocero del Departamento de Estado Norteamericano, formuló unas declaraciones insultantes que encierran en su contenido una amenaza abierta contra la integridad de nuestro territorio y la soberanía de nuestro pueblo.”….

….“La dictadura de Batista ha asesinado a más de un ciudadano norteamericano, ha agredido y hasta asesinado periodistas de otros países en reiteradas ocasiones; sin embargo, el Departamento de Estado ha guardado silencio sobre tales hechos, no informando de ellos a la opinión pública norteamericana”…

….“Bueno es advertir que Cuba es un país libre y soberano; deseamos mantener con los Estados Unidos las mejores relaciones de amistad. No queremos que entre Cuba y Estados Unidos surja nunca un conflicto que no se pueda resolver dentro de las razones y el derecho de los pueblos.

Pero si el Departamento de Estado americano continúa dejándose arrastrar por las intrigas de Mr. Smith (embajador norteamericano en La Habana) y Batista, e incurre en el error injustificable de llevar a su país a un acto de agresión contra nuestra soberanía, tenga la seguridad que la sabremos defender dignamente.

Hay deberes con la Patria que no se pueden dejar de cumplir, cueste lo que cueste. A un país grande y poderoso como los Estados Unidos, no lo honran las palabras y amenazas que entrañan las últimas declaraciones de usted.

Las amenazas tienen virtualidad entre la gente cobarde y sumisa, pero no la tendrán jamás entre los hombres que están dispuestos a morir en defensa de su pueblo.”

Es evidente que el señor Mike Pompeo, desconoce la historia de Cuba y la de su propia diplomacia. Si tuviese buenos analistas, sabría que estas palabras de nuestro invicto Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz, están tan vigentes hoy día como hace más de 61 años. Nosotros los cubanos que defendemos la Revolución si estamos claro de nuestras convicciones y nuestros principios.