Girón, Fidel, y nuestra verdad.

Fidel y sus milicianos

 Por Eduardo

Orlando:

En esta semana de receso escolar, tuve la oportunidad de ver muchos filmes en la casa. Uno de ellos era una película rusa llamada 1612, que narra los acontecimientos que siguieron a la caída de la dinastía Godunov en lo que los rusos han dado en llamar el “Caos”. Como no había zar en Rusia, un grupo de traidores rusos le entregan el trono al Rey de Polonia, y uno de los generales polacos, quien tenía secuestrada a la princesa Zenia Godunova, hija de Iván el Terrible, planifica darle la mala a su propio rey, casándose con la última vástago de la antigua casa rusa real, y tomando Moscú a la brava. Pues el ejército de aquel polaco estaba formado por mercenarios, cosa común en aquella época. Uno de ellos era español. Si hubiese triunfado en su empresa, cosa que no logra, porque como siempre pasó, los rusos le pasaron por arriba como un cilindro, la historia habría recogido el suceso como un triunfo de las armas polacas.

Lo mismo pasa con tus mercenarios de la 2506. ¿Quiénes les dieron el armamento, la logística, los barcos, los aviones, las municiones, los uniformes, los equipos de comunicación? Pues los yanquis. ¿Quiénes entrenaron a los soldados de la 2506, incluyendo a sus paracaidistas y tropas de desembarco, hombres ranas, etc? Fueron oficiales de la CIA, que habían sido veteranos de la II Guerra Mundial y la Guerra de Corea. ¿Dónde se elaboraron los planes de desembarco? Se elaboraron en Langley, y que yo sepa la CIA es una agencia oficial del gobierno yanqui. Los aviones, los barcos, barcazas de desembarco, los tanques, los cañones, las calibre 50, ¿De qué arsenales salieron? De los arsenales de las Fuerzas Armadas Yanquis. El ejército mercenario hubiera podido invadir a casi cualquier país latinoamericano de aquella época por su composición y armamento. Quizás solo Brasil, México o Argentina tenían fuerzas suficientes y efectivos para poder derrotarlos. 

Y por si todo eso fuera poco, el propio gobierno yanqui, en boca de su presidente, asumió la responsabilidad de la invasión militar, y que yo sepa, tú no tienes más autoridad moral que John Fitzgerald Kennedy para decir que la invasión de Girón no es otra cosa que una derrota del gobierno norteamericano. Recuerda su famosa frase de que “la victoria tiene muchos padres, pero la derrota es huérfana". Girón es y será “La primera derrota del imperialismo en América Latina”.

Orlando:
Acepta el hecho de que los yanquis, como ahora, siempre calculan los efectivos teniendo en cuenta las cifras de efectivos de las tropas regulares. El Ejército Rebelde, que era el núcleo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias en aquella época era de unos tres mil hombres regados por todo el territorio nacional. El Ejército mercenario fue derrotado por milicianos voluntarios, que marcharon 62 kilómetros para poder ingresar a las milicias, obreros como mi papá, campesinos como los del Batallón 337 de Cienfuegos, que con solo fusiles aguantaron el golpe principal durante casi 24 horas hasta que llegaron los refuerzos, los niños de entre 15 y 18 años, que manejaban las cuatro bocas. En fin Orlando, que si Fidel pudo movilizar esa cantidad de personal, fue porque contaba con el pueblo, como ahora.

El propio ejército rebelde estaba compuesto en su mayoría de gente humilde. Pero eso no es nuestro problema. El quid de la cuestión radica en que esa tropa de la 2506, solamente debían aguantar 72 horas, y no aguantaron lo que aguanta un merengue en la puerta de un colegio. Nunca te olvides que el día 19, los pilotos que bombardearon a nuestros milicianos con napalm fueron los pilotos yanquis que eran asesores de los pilotos mercenarios, sencillamente, porque estos últimos no quisieron montarse en un avión de nuevo. En otras palabras, se les aflojaron las piernas.

Orlando:

Si no te preocuparas tanto por desprestigiar a Fidel, tus análisis fueran un poco más objetivos. Lo real de la foto de Fidel bajándose del T-34 fue, y eso es un testimonio declarado por todos los que estaban ese día 19 en playa Girón, lo cual incluye a los fotógrafos, es que cuando llegaron a Girón, alguien le dice al Comandante que desde el Houston, encallado desde el día 17, cuando Carreras desde su Sea Fury, le metió un cohetazo por el lomo, estaban disparando hacia la costa con las calibre 50. Fidel se montó en el T-34 y trató de hacer blanco en el buque mercenario.

En el libro de Antonio Núñez Jiménez, “En marcha con Fidel”, se relata como a principios de 1959, Fidel iba a tirar con los tanques Sherman heredados de la dictadura a las lomas de Managua. Como su blanco predilecto eran las palmas, los miembros de la Academia de Ciencias protestaron haciéndole llegar al jefe de la Revolución una carta expresándole que no debía hacer eso, por dos razones, la primera era que reducía la población de palmas, y la otra que para mí era la más importante, estaba relacionada con la condición de árbol nacional de la palma real. Cuenta Núñez Jiménez que Fidel nunca más le disparó a una palma. Pero tuvo este entrenamiento previo y supo lo que era disparar desde el interior de un blindado.

Sin embargo Fidel no conocía bien los tanques soviéticos, y no sabía que a la distancia en que se encontraba el Houston, el cañón de 85 mm del T-34 no lograría hacer impacto. Después de hacer varios disparos, uno de los tanquista le propuso que se cambiara para un SAU-100, con cañón de 100 mm, y probara desde él hacer blanco en el Houston. En el momento en que Fidel se va a cambiar de tanque para continuar haciendo fuego, es que le tomaron la foto. Esa historia es conocida, y bien reflejada en nuestra historia, la que escribimos nosotros los vencedores. Así que esas declaraciones del socio que mencionas me suenan a descubrir el agua tibia. Lo del tipo de cámara es pura farándula. Si algo hay que destacar en Girón es el trabajo de nuestros corresponsales de guerra, que dejaron para la historia las imágenes de una muy humillante derrota, para los mercenarios de la Brigada 2506.

Orlando:

Fidel estuvo en la zona de operaciones casi desde el primer momento. Solamente se ausentó, y regresó a la Habana, cuando le avisaron del conato de desembarco que de manera diversionista se realizó por el norte de la antigua provincia de Oriente. Su Comandancia estaba en el Central Australia, donde el día 19 se derribó un B-26 que fue directamente a bombardear el puesto de mando de las operaciones. Todos los que estuvieron allí cuentan que el problema con Fidel, fue lograr que no fuera de manera arriesgada a combatir a la primera línea. Y si entró junto con los tanques a Girón, fue porque dijo que el Jefe era él, y que nadie le iba a indicar donde era su deber estar. Porque la verdad verdadera, es que el Comandante entró con sus tropas a Girón el día 19 a las 5.00 pm.

Tengo un amigo, que hoy es teniente coronel retirado del MININT, que formó parte del Batallón de la Policía, y me ha dado testimonios reiterados de la presencia de Fidel en los combates. Ese hombre es una de las personas que admiro, y es incapaz de mentir. Si algo le ha gustado siempre a Fidel Castro es estar en la candela brava. Desde que se metió como combatiente, sin estar verdaderamente obligado en el Bogotazo, hasta nuestros días, nunca ha dejado solos a sus soldados. Por eso lo respetan los compañeros de lucha, y no pocos enemigos.

Cuando cesaron los combates, Fidel en persona se dedicó a capturar los mercenarios regados por la Ciénaga. Si has leído las declaraciones de algunos de ellos, en el juicio, podrás dar fe de esta situación. Uno de ellos, esgrimió en su defensa, que Fidel le pasó por delante, estando escondido entre la maleza, con todo su armamento y no le disparó. Entonces socio, dedícate a la verdad, aunque te duela, que haya personas como Fidel, que representan todo lo digno que hay en este pueblo. No es con mentiras y tergiversaciones, que se destruyen los paradigmas de un pueblo.